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Las autoridades policiales de Uruguay desarticularon una red que explotaba sexualmente a mujeres cubanas en ese país suramericano..
Una investigación por Delitos Especiales de Crimen Organizado e Interpol reveló que la dueña del negocio, de 52 años y propietaria de una whiskería en Guichón, trabajaba con un extranjera que captaba a las víctimas de explotación en Montevideo y las trasladaba a Paysandú.
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Según indicó el medio local Subrayado fueron detenidas ocho extranjeras de entre 25 y 39 años procedentes de Cuba, Venezuela y República Dominicana que eran explotadas sexualmente y alojadas en condiciones inhumanas a cambio de trabajo.
Ahora las víctimas se encuentran protegidas por la Unidad de Víctimas de la Fiscalía y fueron interrogadas por la fiscal del caso, Sylvia Lovesio.
De acuerdo con la información difundida, la dueña del local se quedaba con un porcentaje del pago de los clientes.
Ambas mujeres, la dueña del local y su ayudante, están detenidas. La primera tiene antecedentes penales recientes por tráfico de droga, indican las fuentes.
El citado medio refirió que gracias al patrullaje cibernético que realizan los policías de forma rutinaria para investigar delitos sexuales, se detectó que desde Internet se estaban captando extranjeras para explotación sexual en el interior.
Las autoridades han identificado a más personas relacionadas con la red de trata de personas y se espera que en las próximas horas se consoliden nuevas detenciones, aseguran.
Gracias a que Uruguay es uno de los pocos países que no exige visado a cubanos, muchos ciudadanos de la Isla se han lanzado a probar suerte en ese país en los últimos años. En 2019 los cubanos registrados en Uruguay fueron 5695. Ese año Cuba fue la nación que más migrantes aportó a Uruguay con un promedio de 33 ingresos por día. También hubo una cifra récord de 9000 solicitudes de refugio, superando a la reportada para el caso de los venezolanos.
A inicios de este año el presidente Luis Lacalle Pou declaró que su país estaba dispuesto a continuar recibiendo cubanos y venezolanos, al tratarse de ciudadanos “expulsados” de sus respectivas naciones.
“Yo creo que (Uruguay) tiene una divina oportunidad para radicar familias. Uruguay siempre ha sido un país de brazos abiertos para países que están expulsando a su gente, básicamente venezolanos, cubanos y de otros lugares de América Latina”, afirmó.
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