El Frente Amplio, liderado por Yamandú Orsi, volvió a la presidencia de Uruguay en las elecciones de este domingo 24 de noviembre.
Orsi, respaldado por el histórico ex presidente José "Pepe" Mujica, venció al candidato oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional.
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Orsi ganó con el 52% de los votos. Esta victoria marca el retorno de la izquierda al poder, tras un período de 15 años (2005-2020) bajo el Frente Amplio y luego un mandato del gobierno de centro-derecha.
El gobernante saliente, Luis Lacalle Pou, felicitó al presidente electo en llamada directa y en sus redes sociales. Públicamente le ofreció hacer una transición ordenada de mandato, en cuanto esté preparado.
Orsi en su discurso de celebración prometió ser un líder que convoque al diálogo nacional y garantice estabilidad económica, protección social y mejora de la seguridad.
Desarrolló su campaña política, con un programa enfocado en la redistribución del ingreso, el crecimiento económico y la lucha contra la inseguridad.
Yamandú Orsi tiene 57 años, es profesor de historia y ha sido dos veces alcalde bajo la coalición Frente Amplio. Creció en una humilde zona rural sin electricidad y se formó políticamente durante el retorno democrático de Uruguay, tras la dictadura militar (1973-1985).
Ha sido señalado como el sucesor político de Mujica, quien transformó a Uruguay en un referente global por sus políticas progresistas y sostenibilidad ambiental.
Orsi recibió la felicitación de numerosos gobernantes de Latinoamérica, entre los que puede citarse a Claudia Sheinbaum Pardo (México), Xiomara Castro de Zelaya (Honduras), Gabriel Boric Font (Chile), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y el presidente de España, Pedro Sánchez.
Miguel Díaz-Canel también felicitó al presidente electo de Uruguay y le expresó su "voluntad de profundizar las relaciones bilaterales".
La izquierda tendrá mayoría en el Senado uruguayo, pero enfrentará un Parlamento dividido, donde el Partido Nacional conserva una significativa presencia en la Cámara de Diputados. Este panorama exigirá consensos y marcará el tono del nuevo gobierno.
La delincuencia encabeza las preocupaciones de los uruguayos, que tienen una tasa de 11,2 homicidios por cada 100.000 habitantes. Además, el narcotráfico y la violencia en los barrios más pobres de Montevideo han generado gran alarma social.
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