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Estados Unidos alcanzó este jueves los 75.054 fallecimientos como consecuencia del coronavirus. Las muertes en el país, convertido en epicentro de la pandemia mundial, han promediado unos 2 mil decesos diarios desde mediados de abril, a pesar de los esfuerzos para frenar el brote.
La cifra de fallecimientos por COVID-19 ha rebasado ya la cantidad de muertos por la gripe estacional de 1967 y de los primeros 10 años de la epidemia de SIDA, de 1981 a 1991.
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Los casos confirmados de coronavirus en Estados Unidos superan los 1.25 millones, y las nuevas infecciones siguen aumentando en muchos estados, entre ellos Illinois, Maryland, Minnesota, Tennessee, Texas, Virginia y Wisconsin.
No obstante, Nueva York y Nueva Jersey, los dos estados con mayor número de casos, han experimentado un descenso de la cifra de contagios confirmados en las últimas semanas.
Algunos expertos en salud advierten, sin embargo, de un posible resurgimiento de las muertes, en la medida en que los estados comiencen a levantar los confinamientos y los estadounidenses retornen a restaurantes y gimnasios.
Un modelo de investigación de la Universidad de Washington -citado con frecuencia por funcionarios de la Casa Blanca- casi duplicó la cifra estimada de muertes en Estados Unidos a más de 134 mil, de cara a inicios de agosto.
Otro pronóstico interno del Gobierno de Trump predijo un alza de las muertes a 3.000 fallecimientos hacia finales de mayo.
Sin embargo, a pesar de las cifras, varios estados del país están ansiosos por reabrir debido a las crecientes tasas de desempleo.
Alrededor de 33.5 millones de personas han presentado solicitudes de beneficios de desempleo desde el 21 de marzo, lo que representa aproximadamente el 22.1% de la población en edad de trabajar.
Un documento de 17 páginas preparado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades fue archivado para evitar dar una orientación "demasiado prescriptiva" para levantar los confinamientos, dijo un miembro del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca.
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