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La Red Femenina de Cuba propone al gobierno castrista "un gran pacto nacional" para afrontar juntos la epidemia de coronavirus, que tendrá un impacto notable en la política y economía del mundo y la isla, según una carta hecha pública el miércoles en Madrid.
La crisis del coronavirus en Cuba "no solo es sanitaria, sino que se extiende a esferas de la economía, la política y la sociedad, pero podemos afrontarlo mejor si el gobierno aceptara un diálogo nacional y sumara a todas las partes que conforman la sociedad, incluida la oposición que tanto se empeña en silenciar", declaró a CiberCuba Elena Larrinaga de Luis, Directora Ejecutiva de la Red Femenina de Cuba (RFC).
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Mientras el gobierno intenta controlar la situación epidemiológica y y se esfuercen en transmitir la idea de tener todo bajo control a diferentes activistas cubanos nos preocupa el respeto a las libertades individuales y los derechos humanos y el oportunismo estatal ante la actual crisis sanitaria para controlar más a la sociedad, precisó Larrinaga.
A Larrinaga de Luis le preocupan aquellas mujeres cubanas que deben someterse al confinamiento y aislamiento social, como la mayoría de la población, pero podrían ser víctimas del coronavirus por dos vías posibles: Poner en riesgo su salud, al tener que asumir el cuidado de otras personas y sufrir violencia de genero.
"El confinamiento necesario podría convertirse en cuevas de miedo para mujeres y niños cubanos", alertó la directora ejecutiva de la Red Femenina de Cuba.
Datos oficiales y una Encuesta Nacional de Igualdad de Género arrojan que el 26,7 por ciento de las mujeres cubanas han sido víctimas de violencia machista, por tanto en las actuales circunstancias pudiera ser peor para el colectivo femenino cubano.
Como ocurre en el resto del mundo, el COVID-19 podrá afectar de manera significativa a las personas mayores de 60 años, un grupo que en la isla supera el 20 por ciento de la población, y para Larrinaga este es un tema que requiere de medidas urgentes y específicas por parte del gobierno.
Larrinaga apoya la propuesta del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) pidiendo que se organice un servicio de asistencia eficaz para ese grupo mayores, enfermos crónicos y otros grupos vulnerables, matizó.
Larrinaga de Luis, residente en España, sostiene que este panorama atípico mundial, permitirá a las autoridades cubanas arreciar el control sobre la prensa independiente.
Muestra de eso son las constantes quejas que llegan desde la isla de cubanos que son multados por publicar en las redes sociales contenido que le resulta incómodo al gobierno, o las campañas de desprestigio a la información que se lanzan desde La Habana contra los medios de prensa que no siguen el guión del Comité Central del partido comunista, añadió
El control de la información siempre ha sido vital para el gobierno y en este caso más, asegura Larrinaga, quien además critica que la burocracia cubana utilice los medios estatales para hacer propaganda a su favor al resaltar las misiones médicas internacionales, que la ONU califica de "trabajo forzoso".
Mientras La Habana potencia el altruismo con el mundo, los cubanos se ven privados de derechos y de personal sanitario capaz y bien preparado, subraya la Directora Ejecutiva de la Red Femenina de Cuba, y recuerda al gobierno cubano que la comunidad internacional conoce la situación real de la salud pública en la isla y no se dejará engañar, como ha hecho recientemente el gobierno español, sostuvo.
La única salida ante la crisis que representa el coronavirus en la isla, y no solo desde el punto de vista sanitario, radica en que las partes políticas que conforman la sociedad lleguen a consensos y acuerdos, como mismo ocurre en la mayoría de los países democráticos, donde gobierno y oposición dialogan en favor de los ciudadanos, apuntó Larrinaga.
Las sociedades abiertas, democráticas y prósperas son conscientes de los retos globales y de cada país en el escenario actual y después de la epidemia de coronavirus; pero el gobierno de Cuba intenta reaccionar con fórmulas anticuadas a un reto inédito.
"El gobierno no tendrá capacidad para afrontar el futuro sin un gran pacto nacional, que ayude al país a levantarse", concluyó Larrinaga, con la certeza de que en la política cubana hay personas "sensatas" favorables a aprovechar el reto del coronavirus para avanzar en la democratización de Cuba.
La Red Femenina de Cuba, creada el 2 de agosto de 2019 en La Habana, está integrada por la Alianza por la Inclusión, de Villa Clara; el Comité Ciudadanos por la Integración Racial, la Confederación Obrera Nacional Independiente, Liderazgo Femenino, todas ellas de La Habana; Fortaleza Femenina, de Santiago de Cuba; Plataforma Femenina, de La Habana, Holguín y Madrid; y las Damas de Blanco de Matanzas, La Habana, Camagüey y Madrid.
Dos de sus principales dirigentes son Nancy Alfaya Hernández y Marthadela Tamayo, activistas en la isla a favor de los derechos de la mujer.
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