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El Gobierno de Estados Unidos aprobó la donación de 274 millones de dólares en fondos de emergencia humanitarios y de asistencia médica a más de sesenta países con elevada vulnerabilidad ante el coronavirus, convirtiéndose en el mayor donante mundial.
Esta ayuda, se suma a los 1,3 mil millones de dólares de ayuda externa adicional a los países de todo el mundo que aprobó el presidente Donald Trump el pasado 6 de marzo, tras la firma de la Ley de Asignaciones Suplementarias para la Preparación y Respuesta al Coronavirus.
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El anuncio lo hizo público el secretario de Estado, Mike Pompeo, tras conocerse que el gobierno de su país movilizó recursos para responder a la pandemia de coronavirus en 64 países, incluidos Irán y China.
La ayuda norteamericana incluye 64 millones de dólares para refugiados en todo el mundo y que administrará Naciones Unidas.
Se destinará también un total de cien millones en asistencia médica de emergencia y 110 millones en nueva asistencia internacional por desastre.
"Los nuevos fondos de hoy son una continuación de décadas de liderazgo de los EE. UU. en la asistencia médica y humanitaria mundial" destacó Pompeo en su intervención a la vez que recordó como desde el 2009 los contribuyentes norteamericanos han financiado con más de $170 mil millones la asistencia médica humanitaria a nivel mundial.
Con estos datos Estados Unidos es el mayor donante humanitario y de asistencia médica para los esfuerzos de desarrollo a largo plazo, destacó.
Así mismo prometió continuar tomando medidas para combatir el COVID-19, por tanto esta financiación es una "inversión inicial" que no compromete las ayudas que reciben organizaciones multilaterales como la Organización Mundial de la Salud y UNICEF.
"Nuestro liderazgo en respuesta al COVID-19 es otro ejemplo de cómo Estados Unidos, nuestro gobierno, nuestras empresas y organizaciones y nuestra gente, siguen siendo los mejores humanitarios del mundo", concluyó Pompeo.
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