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Italia suma ya 92.471 casos de coronavirus, de los que han fallecido 10.023 y se han recuperado 12.384.
El balance diario de la situación en el país europeo por el coronavirus indica que el número de contagiados en las últimas 24 horas ha experimentado un descenso, con 3.621 nuevos casos, un 7% menos que el viernes.
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La cifra de fallecidos en un día ha sido de 889, también menor que las 969 registradas registradas 24 horas antes.
Lombardía -región industrial y financiera del país- sigue siendo la región más golpeada, donde el número de fallecidos es ya de 5.944, de ellos 542 en las últimas horas.
En general, las autoridades creen que las medidas de confinamiento de la población están funcionando. Los datos en el sur son mucho más alentadores que en el norte en lo que respecta a las cifras de infectados.
"Sería contradictorio aflojar ahora", ha dicho Franco Locatelli, presidente del Consejo Superior de Sanidad durante la conferencia de prensa.
Posibles revueltas
Los servicios secretos, Interior y Copsair (comisión parlamentaria de control de los servicios secretos) han advertido al gobierno que existe "un potencial peligro de revueltas y rebeliones, espontáneas y organizadas, principalmente en el sur, donde la economía sumergida (cuatro millones de personas) y la capilar presencia de las mafias son los dos principales factores de riesgo".
En varias regiones del sur han aumentado los asaltos a farmacias, robos de bolsas de la compra en las calles y también hurto de productos en los supermercados.
Un grupo en Facebook llamado "Revolución Nacional" invita al asalto de los centros que venden alimentos.
Ante tal situación, el ayuntamiento de Palermo, en Sicilia, ha organizado un sistema de ayuda a las familias sin rentas.
En Nápoles y en Roma se desarrolla la "compra en suspenso", consistente en que cualquier ciudadano que va al súper deja una compra en la caja, para quien no podría costearla.
En el ámbito nacional, el gobierno prepara una enmienda al decreto de cierre de Italia de hace dos semanas, para que se introduzca una "renta de emergencia", pero debe ser aprobada por le Parlamento.
La medida consistiría en conceder unos 600 euros mensuales a quienes, por una causa u otra, se han quedado excluidos de los subsidios de paro y otras medidas ya aprobadas.
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