El periodista cubano Roberto Jesús Quiñones, quien fue condenado a un año de prisión tras cubrir el juicio de dos pastores evangélicos guantanameros, denunció el estado de la comida que le ofrecen a los prisioneros en la cárcel.
Polvo de arroz hervido, que incluso en ocasiones tiene hasta gusanos, dijo el periodista de 60 años, en un testimonio publicado por Cubanet.
Según relató, el viernes 31 de enero le planteó al capitán Ofraine Freinier Lescaille, jefe de la prisión de Guantánamo, que la comida y el desayuno —polvo de arroz hervido— era de pésima calidad y hasta le mostró tres gusanos que encontró en los alimentos.
"Aunque comenzó admitiendo que había problemas con la comida, terminó justificándose con que las dificultades se debían al intento del presidente Donald Trump de matar por hambre al pueblo cubano”, aseguró.
En su artículo, el también abogado se pregunta "¿qué tiene que ver el embargo con los alimentos que todos saben se pudren en el almacén de la cárcel? ¿Qué tiene que ver el embargo con la entrega de productos vencidos como la pasta dental o con los gusanos y gorgojos que a diario encontramos dentro de la comida que nos sirven?".
Quiñones contó que la prisión recibió recientemente una visita de control del órgano nacional de prisiones del Ministerio del Interior (MININT).
"Imagino que a los otros jefes superiores esas visitas también resulten en extremo fastidiosas, sobre todo cuando algún recluso les dice la verdad de frente. Supongo que eso deba desagradar a quienes están acostumbrados a reprimir el menor síntoma de rebeldía", sostuvo el periodista.
Enseguida los oficiales de su prisión comenzaron a "alistar" todo para presentar una buena imagen del lugar. Pintaron cubículos, pasillos. No obstante, los reclusos no cuentan ni con colchas para trapear, trapeadores, haraganes, escobas, detergente necesarios.
Por si fuera poco, los reos que quieren ganarse una visita extra o una llamada telefónica, debe encargar a sus familiares que le lleven pintura a la prisión.
Quñones denunció que el viernes 24 de enero un recluso se quejó de sufrir acidez estomacal y pasó una semana sin recibir las atenciones de un médico. No obstante, cuando lo atendieron le informaron que no había Cimetidina para medicarlo.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) incluyó a Quiñones entre los 250 reporteros encarcelados en 2019. Su caso también ha sido denunciado por Amnistía Internacional y otras instituciones.
En una ocasión, el hijo del periodista denunció que su padre estaba recibiendo amenazas dentro el penal.
"Después de una comunicación vía telefónica con mi familia en Cuba me contaron que han amenazado a mi papá en la prisión donde se encuentra recluido por los artículos y cartas que ha enviado a CubaNet. Le han dicho que deje de hacerlo o le impondrán una medida disciplinaria, o como le llamen ellos", contó Roberto José.
Quiñones fue condenado a un año de cárcel por el supuesto delito de "desacato y resistencia a la autoridad", por cubrir el juicio contra un matrimonio evangélico que quiso educar a sus hijos en casa y al margen del sistema cubano.
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