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Es falso que el Interferon Cubano haya curado a 1,500 pacientes de coronavirus en China tal como indican algunas publicaciones recientes. Algunos medios de comunicación, principalmente mexicanos, afirmaron que el medicamento cubano habría curado a los pacientes reportados.
El Interferon Alpha (IFNrec), fabricado por Cuba en China, está siendo usado, entre otros, como terapia contra el coronavirus tipo COVID-19, informó el presidente Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter.
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El uso de este medicamento "evita que los pacientes más débiles y/o con pronóstico desfavorable, lleguen a agravarse", explicó el especialista Luis Herrera Martínez, asesor científico y comercial del presidente de BioCubaFarma, empresa encargada de comercializar los interferones de la isla.
El uso del Interferon Alpha (IFNrec) en el tratamiento contra el virus neumónico detectado en Wuah, a finales del año pasado; forma parte de la colaboración médica bilateral para combatir la enfermedad, precisó Díaz-Canel, que señaló el primer día de 2020 como el inicio de la producción de este medicamento en la planta chino-cubana de Changheber, en Jilin, a más de mil kilómetros al noreste de Beijing.
La Comisión de Salud de China seleccionó ese interferón cubano -junto a otros 29 medicamentos- en su estrategia de lucha contra el brote neumónico que, al momento de redactar esta nota, se había cobrado la vida de 1.018 personas, con 43.138 infectados, en el gigante asiático.
Los medios de comunicación en cuestión, afirmaron que el medicamento cubano habría curado a los pacientes reportados, extremo que no fue confirmado por el mandatario ni la prensa cubana, que se limitaron a informar sobre la cooperación sanitaria con China y a precisar el alcance real de los efectos del Interferon Alpha (IFNrec) en los pacientes tratados.
El portal web Medio Tiempo tituló su noticia así: "Medicamento cubano cura a mil 500 pacientes con coronavirus en China". Sin embargo en el cuerpo de la información solo se limitan a reproducir algunos de los datos que ofreció el oficialismo cubano.
Lo mismo sucedió con Línea Directa, que "vendió" el medicamento que se elabora desde el 25 de enero en la planta china-cubana ChangHeber, en Changchun, como la "esperanza" para curar el coronavirus.
Cuba inició su producción de interferones, en 1981, en una casa del reparto Atabey, bajo la asesoría del profesor finlandés Kari Cantell, pionero en la producción de este tipo de medicamentos, desde los años 70 del siglo pasado.
Un año más tarde, aquella casa se transformó en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), uno de los embriones de los centros de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de Inmunoensayo (CIE), y de Inmunología Molecular (CIM), según datos del llamado "Polo científico", repartido por el oeste habanero.
En los primeros años, el uso clínico de interferones cubanos estuvo orientado al tratamiento del cáncer y luego amplió su gama terapéutica con nuevas líneas de investigación sobre enfermedades virales, como las Hepatitis B y C; y ahora se empieza a usar contra el avance del coronavirus tipo COVID-19.
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