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La Habana amaneció completamente desolada el primer día de 2020, según lo muestran imágenes tomadas en céntricas calles de El Vedado.
Nada de transporte, ni gente caminando, ni adornos de fin de año, ni algo que indique que el día anterior la gente disfrutó de su Fin de Año.
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Podrían todos estar durmiendo, descansando una larga resaca, pero lo cierto es que desde hace mucho tiempo La Habana es una ciudad marcada por la desolación o la falta de entusiasmo.
Y es que, ciertamente, los cubanos tienen poco que celebrar en un país que se cae a pedazos desde hace 60 años.
El sol fuerte, el calor y la falta de transporte para desplazarse hacen que muchos prefieran resguardarse en sus casas.
En las imágenes, tomadas por Pedro Luis García en populares avenidas como Línea, la Calle 23 y otras aledañas, "no se ve ni un alma", como se diría en buen cubano.
Cuba culmina un año marcado por el desabastecimiento, la escasez, la falta de alimentos y de otros productos básicos, crisis de combustible. 2019 también fue un año de represión policial, detenciones arbitrarias, abuso de poder por parte de las autoridades.
Por estos días en las calles del país abundaban más los policías que la comida para preparar en Navidad.
"No se ha visto el turrón, no se ha visto la manzana, y no hay un adorno de Navidad en una tienda", dijo una entrevistada a Radio Martí.
"La carne de cerdo que se le oferta al pueblo como cena familiar en las carnicerías estatales se encuentra en mal estado", aseguró.
Es práctimente normal que ante una situación así, los cubanos prefieran mantenerse en la tranquilidad de sus casas que salir a enfrentarse con un país que se desploma.
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