La directora ejecutiva del Instituto Casla, Tamara Sujú, denunció la presencia de agentes de la Seguridad del Estado en centros de tortura en Venezuela.
Así lo aseguró este jueves la abogada disidente venezolana durante la presentación del informe anual titulado "Represión sistemática y torturas, la influencia cubana y los cambios sustanciales en los métodos de tortura en Venezuela".
Sujú detalló que el régimen de Maduro utiliza "casas o apartamentos incautados a narcotraficantes", las cuales son entregadas a cuerpos policiales "para delinquir".
"Los cubanos están en varios de esos centros de tortura clandestinos donde se les conoce como los isleños e, incluso, son los propios ejecutores de las torturas", aseguró en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El informe señaló que los cubanos "instruyen constantemente en técnicas de represión, intimidación y seguimiento" a miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de inteligencia para que ellos "realicen labores de investigación y espíen a sus propios compañeros y sus familias, a líderes políticos y sociales y hacerle seguimiento directo al malestar social".
Según el Instituto Casla, que enviará este documento a la Corte Penal Internacional, las labores de inteligencia cubana se llevan a cabo con el pleno conocimiento del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, del Comando Estratégico Operacional (CEOFANB) a cargo de Remigio Ceballos y del general Iván Hernández Dala, director de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Los integrantes del G2 cubano y Grupo Gruce estarían implicados en la comisión del crimen de tortura y tendrían su propia sala de operaciones en Fuerte Militar denominado "Fuerte Tiuna", en Caracas, desde donde se organizan, conjuntamente con el titular de la Defensa y el CEOFANB; la planificación de acciones a tomar en todo el territorio nacional.
El texto publicado por el Instituto Casla también especificó que los cubanos acreditados con credenciales de la DGCIM dan órdenes a generales venezolanos y entrenan a funcionarios de inteligencia. Son conocidos como "Los Acreditados" o DGCIM paralelo.
"Hemos obtenido testimonios de varias victimas que han sido encerradas en un cuarto cava o nevera, ubicado en los sótanos del DGCIM, por horas o días. También utilizan un ascensor inservible como celda de tortura y castigo, donde cierran a las víctimas sin luz ni ventilación", explicó la abogada disidente venezolana.
Casla denunció que la influencia cubana en la represión sistemática, y en especial, en la ejecución de torturas ha producido el incremento de patrones que traen innovaciones. En este sentido apuntaron a la aparición de nuevos métodos y a la participación de otras estructuras represivas en la comisión de crímenes de lesa humanidad.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: