El Senado de Brasil aprobó este miércoles con carácter de urgencia la medida provisional que instituye el programa Médicos por el Brasil y autoriza reaprovechar a los colaboradores cubanos que decidieron quedarse en Brasil.
El Congreso brasileño estima que podrían favorecerse de esta ley entre 1.700 y 1.800 galenos cubanos, aunque la cifra de los colaboradores que decidieron no retornar a la isla supera los 2.500. La decisión del gobierno de Cuba de retirar al personal sanitario del país sudamericano se produjo a finales del pasado año.
Según el texto aprobado por el Senado, los cubanos podrán participar por un periodo de dos años en el nuevo programa de atención primaria anunciado por el presidente Jair Bolsonaro el 1 de agosto de este año en sustitución del Más Médicos de Dilma Rousseff.
Durante ese período, los cubanos ejercerán como “médicos intercambistas” y podrán someterse a las pruebas de revalidación del diploma de medicina, que pasarán a realizarse semestralmente, de acuerdo con otra legislación también aprobada en la misma sesión parlamentaria.
La norma legislativa, sin embargo, establece una condición: solo están aptos a reincorporarse los médicos que estaban trabajando en el Más Médicos y permanecieron en suelo brasileño desde la decisión unilateral del gobierno de Miguel Díaz-Canel de romper el convenio de suministro de profesionales para ese programa, el 13 de noviembre de 2018, hasta el día de edición de la medida provisional.
De esta forma, quedan excluidos aquellos médicos que optaron por atender al llamado del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de regresar a Cuba “para dar por finalizada la misión” y más tarde volvieron a Brasil por razones personales o por haber constituido familia.
La ley deja fuera también a los “desertores” cuyos contratos habían vencido antes del 13 de noviembre de 2018 y en esa fecha ya había sido dados de baja del anterior programa.
En manos de Bolsonaro
La medida provisional espera ahora la sanción del presidente Bolsonaro, que tiene 15 días para convertirla en ley.
Es de esperarse que Bolsonaro no ponga mayores objeciones al texto final aprobado, principalmente si se considera que hasta este punto del proceso el propio ministro de salud pública de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, se mantuvo articulando políticamente en las sesiones de votación de la Cámara de los Diputados y del Senado.
La medida había sido aprobada por la Cámara por 391 votos a favor y 6 contra -oriundos del partido de extrema izquierda Socialismo y Libertad (PSOL)- en la noche del pasado martes y llegó al Senado en la mañana del miércoles.
Ese mismo día, en sesión de poco más de dos horas, la cámara alta acogió la norma por votación simbólica, cuando el plenario da por aprobado un tema por falta de manifestaciones contrarias.
Nuevos tiempos
Los médicos cubanos que sean admitidos al nuevo programa sanitario de Bolsonaro recibirán por primera vez el salario integral de 12.000 reales -aproximadamente $3.000 dólares- y una ayuda inicial para instalación en los municipios donde sean asignados de 30.000 reales ($7.500 dólares). El salario mínimo en Brasil está actualmente en 998 reales, menos de $250 dólares mensuales.
El subsidio anterior percibido por los colaboradores cubanos era de 2976.26 reales ($900 dólares), mientras el gobierno cubano se embolsaba el resto. El mismo gravamen se le aplicaba al subsidio para acomodación.
En palabras del relator de la medida, el senador Confúcio Moura, el nuevo programa “está por encima de ideologías, partidos y sus intereses”, y se reflejará en el patrón que será utilizado para la ubicación de los médicos.
Una de las críticas del presidente Bolsonaro al anterior programa era la presunta distribución de los médicos atendiendo a criterios políticos y hasta electorales.
Según resumió el senador del centrista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), los galenos serán destinados a lugares con dificultades para mantener a los médicos: municipios con poca población, baja densidad de población y gran distancia de los centros urbanos; distritos especiales de salud indígena; comunidades ribereñas y ciudades con alta proporción de personas dependientes de los sistemas públicos de salud, con bajos ingresos y dependientes de otros beneficios sociales.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: