El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel instó este domingo a los artistas de la Isla a leer "conscientemente" el discurso de Fidel Castro en junio de 1961 donde impone las bases de lo que será la política cultural del país: "Con la Revolución todo, contra la Revolución nada".
El famoso texto que recoge la intervención de Castro durante las reuniones en la Biblioteca Nacional los días 16, 23 y 30 de junio de 1961 se conoce como Palabras a los intelectuales, y ha sido durante décadas la base de las autoridades cubanas para reprimir a los creadores.
Este domingo, durante la clausura del IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Díaz-Canel ha pedido a los artistas que lean "conscientemente" dicho discurso.
Según dijo, en declaraciones recogidas por la Agencia Cubana de Noticiais (ACN), hay que leerlo "por los principios que enarbola para la política cultural cubana y hacer una interpretación contextualizada teniendo en cuenta que Revolución somos todos los que la hacemos posible en vida y obra".
"No vamos a limitar la creación pero la Revolución que ha resistido 60 años por saber defenderse no va a dejar sus espacios institucionales en manos de quienes sirven a su enemigo", aclaró Díaz-Canel.
En ese sentido, puntualizó que hay que "ser coherentes tanto en el sector privado como estatal, porque ambos responden a la misma política cultural y deben promover, defender y dar espacio a quienes hacen arte verdadero".
Para el mandatario la cultura es el "eslabón fundamental" para el turismo que se proponen desarrollar. Es por ello que Díaz-Canel no quiere que la burocracia ahogue la creación artística.
"Los artistas tienen el deber de pagar sus impuestos pero no deberían tener que abonar a las empresas si estas no han tenido nada que ver con sus contratos de trabajo, su promoción y amparo jurídico", dijo.
No obstante, pidió a los funcionarios de la UNEAC estar atentos y "combatir a los mercenarios culturales" que, según él, quieren acabar con los creadores que apoyan al régimen.
Uno de las polémicas más fuertes a las que se ha tenido que enfrentar el mandatario luego de que le fuera cedida la presidencia del país fue el Decreto 349, firmado por él, cuyo objetivo es limitar y censurar a los creadores de la Isla.
"Es evidente que el citado Decreto, por su importancia, debió ser más discutido y mejor explicado. Ello se pone de manifiesto en las opiniones de grandes de nuestra Cultura, que sí tienen una obra probada y comprometida", reconoció en diciembre pasado.
No obstante, su postura queda una vez más al descubierto. El Gobierno cubano continuará reprimiendo las libertades de los cubano a expresarse.
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