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Más de 25.000 personas viven con VIH en Cuba hasta finales de 2018, según el medio oficialista Cubadebate.
El número exacto de cubanos con esta enfermedad de transmisión son 25.494. Los hombres son los más afectados, 20.446 para un 80% del total, mientras las mujeres son apenas el 20%, unas 5.048, especifica el citado sitio.
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En 2016 la cifra de cubanos con esta enfermedad era de más de 21.750, un año después se detectaron 2.246 nuevos casos, lo que confirma la tendencia de 2.000 anualmente en la Mayor de las Antillas, según el programa de las Naciones Unidas para la prevención del VIH/sida.
Aunque esta enfermedad ya no es crónica en muchos países, donde se trata con medicamentos, una buena alimentación y estilo de vida a la espera de una cura definitiva, en Cuba se registran todavía casos de personas que mueren como el de Ramón Acosta Galeto.
Este hombre de 55 años falleció después de convivir cinco con esta enfermedad sin recibir ninguna atención médica por parte del gobierno cubano, como denunció su madre a Cubanet.
A este caso en específico las autoridades de la Isla no han dado respuesta hasta el momento. Según informaciones de medios estatales los medicamentos están garantizados para el 80 % de los que viven con VIH.
Los hombres homosexuales siguen siendo el grupo con mayor riesgo de contraer este virus, apunta la más reciente Encuesta sobre Indicadores de Prevención de Infección por el VIH/sida de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI).
Hace pocas semanas comenzó la prueba de la utilización de la Profilaxis preexposición (denominada PrEP, por sus siglas en inglés) en Cárdenas, Matanzas. Este medicamento sirve para prevenir la infección del VIH, pero no evita el contagio de otras enfermedades de transmisión sexual.
El método más efectivo para evitar cualquier enfermedad sigue siendo la utilización del condón, que según la citada encuesta crece entre los más jóvenes, pero no todo lo necesario: más de 75 % según especialistas canadienses.
En la encuesta se detalla que las prácticas con más riesgo entre los cubanos son el sexo anal, las relaciones entre tres o más personas, así como el intercambio de parejas, aunque esta última solo está extendida entre los más jóvenes.
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