Las bandas de mariachis en Cuba tan tomado un nuevo auge, luego del despliegue de las telenovelas mexicanas de culto, a través del Paquete Semanal, y la apertura de negocios por cuenta propia.
“En todas las fiestas que hay, si no hay música mexicana, no sirve la fiesta”, declaró María del Sol Álvarez, solista de un grupo criollo de mariachis, a Diario de Cuba.
De acuerdo con Yoandri Cuesta Fernández, integrante de Ecos del Norte, esta apreciación por el género tradicional del norte de México ha crecido, mayoritariamente, en las zonas rurales y se ha dispersado a través de los campesinos del área.
Reportes del medio indican que contratar a una banda criolla de mariachis puede llegar a costar entre 150 y 200 CUC. Lo cual equivale a casi 5 mil pesos en moneda nacional (CUP).
Esto puede parecer una cifra exorbitante, sobre todo, si se tiene en consideración que el salario promedio en el sector estatal ronda los 30 CUC. Un empleado tendría que ahorrar 5 veces su salario íntegro para poder contratar este servicio musical.
Sin embargo, el elevado precio tiene varias razones para los cantantes y devotos de la música mexicana.
Según Yoandri, “un acordeón no cuesta menos de 500 CUC” y una guitarra puede llegar a alcanzar los 600 CUC. Además, deben adquirir los sombreros y aditamentos del traje típico de mariachis.
“Por ejemplo, nosotros tenemos sombreros que nos han costado no menos de 25 CUC cada uno”, explicó el músico.
También deben enfrentar la irregularidad de los contratos. No todas las familias cubanas están dispuestas -o no tienen cómo- pagar la cantidad de dinero demandada por las agrupaciones. Todo ello, influye en que las ganancias de los mariachis sean pocas o insuficientes.
A pesar de las dificultades que afrontan los artistas, muchos tienen esperanzas de que el género continúe ganando popularidad en el futuro, entre los cubanos. Tal es el caso de Antonio Quiñones, otro de los miembros de Ecos del Norte, quien aspira a aparecer junto a su grupo en el programa de la televisión Palmas y Cañas.
Para Quiñones esto sería un bueno, ya que “cubanos en otras provincias y otras personas” los llegarían a escuchar.
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