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Unos mil migrantes ―fundamentalmente de origen cubano― se encuentran próximos a cruzar por diferentes puntos fronterizos de Panamá a Costa Rica, con el fin de seguir su ruta hacia Estados Unidos.
El dato, difundido por medios locales, indica que ese país centroamericano no ha escapado del notable flujo irregular de cubanos y de otros migrantes acaecido en los tres primeros meses de este 2019; situación que ha desembocado en una crisis que tiene por estos días su punto álgido en las áreas fronterizas entre México y Estados Unidos.
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El grupo que se acerca a Costa Rica estaría compuesto en un 75 % por cubanos, y el resto estaría integrado por haitianos, africanos y asiáticos.
La mayoría de los migrantes habrían cruzado previamente la peligrosa selva del Darién, entre Colombia y Panamá, y se disponen ahora a cruzar el resto de Centroamérica hasta conseguir su meta, que es pedir asilo en territorio norteamericano.
Se desconoce cuándo llegarán los migrantes a los límites fronterizos costarricenses, aunque no se espera que lo hagan unidos, sino escalonadamente. Todos los migrantes en esa situación viajan sin visado y algunos hasta sin pasaporte.
Durante los años 2017 y 2018, la Dirección General de Migración de Costa Rica registró el ingreso en ese país centroamericano de 6.316 cubanos y la salida de 7.523 ciudadanos de la Isla; 686 fueron rechazados y cinco deportados.
Previamente, un fuerte flujo irregular de cubanos provocó una crisis migratoria de noviembre de 2015 a mediados de 2016 en Centroamérica y México, que culminó con vuelos humanitarios a la frontera con Estados Unidos. En esos momentos existía aún la política de "Pies secos, pies mojados".
Sin embargo, tras la suspensión en enero de 2017 de esa política, los cubanos deben demostrar efectivamente que tienen "miedo creíble" de vivir en la Isla para poder entrar legalmente a Estados Unidos.
El fin de "Pies secos, pies mojados" frenó la llegada a Estados Unidos de balseros, pero no ha sucedido igual en el caso de los arribos por vía terrestre. Miles de cubanos han seguido arribando a territorio fronterizo con el fin de pedir asilo político en Estados Unidos.
A finales de febrero, al menos cien migrantes cubanos recibieron en la frontera de Panamá con Costa Rica un salvoconducto para seguir rumbo hacia la ciudad de San José.
Los ciudadanos de la Isla se encontraban en el campamento de Los Planes, en Chiriquí. Se trataba de indocumentados que ingresaron a Panamá por frontera con Colombia y quedaron varados en Puerto Obaldía.
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