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Según datos estadísticos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, a 62 cubanos les ha sido aplicada, en lo que va de año, la deportación o expulsión por diversos motivos, entre ellos tener el período de estancia vencido, haber cometido faltas administrativas o cumplir pena por delito doloso, entre otras.
En total, 575 extranjeros han recibido en Panamá, entre enero y febrero de este 2019, diversas medidas migratorias.
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El retorno voluntario fue aplicado a 470 extranjeros, las deportaciones a 79 y las expulsiones a 26 ciudadanos de diversas nacionalidades. Un 58 % se aplicó a hombres con edades comprendidas entre 28 y 37 años.
El país que encabeza la lista es Colombia (160) y le siguen Venezuela (140), Nicaragua (127), Cuba (62), Honduras (27) y República Dominicana (19).
En 2018, entre deportaciones, expulsiones y retorno voluntario, las estadísticas del Servicio Nacional de Migración registraron un total de 6.692 extranjeros sancionados.
Desde hace varias semanas, Panamá gestiona a varios cientos de migrantes irregulares, la mayoría cubanos y el resto de países como Haití, Camerún, Ghana, Eritrea, Etiopía.
El ministro de Seguridad Pública de la nación panameña, Jonattan Del Rosario, ha dicho que tampoco se trata de la peor crisis migratoria que ha enfrentado el país, en referencia a la crisis que se produjo a finales de 2015.
A finales del pasado mes de febrero, varios centenares de migrantes cubanos recibieron el permiso para desplazarse hasta la zona de Paso Canoas, en la frontera con Costa Rica, donde recibieron un salvoconducto para seguir rumbo hacia la ciudad de San José.
Los ciudadanos de la Isla se encontraban en el campamento de Los Planes, en Chiriquí, y habían ingresado a Panamá a través de Colombia.
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