Panamá está procesando los casos de los migrantes que se encuentran en una zona de la frontera con Colombia. Son al menos 720 migrantes irregulares, el 57 % de ellos cubanos y el resto extrancontinentales, procedentes de países como Camerún, Ghana, Eritrea, Etiopía, además de algunos haitianos.
Los migrantes están siendo llevados a unas instalaciones ubicadas en la localidad de Puerto Obaldía, situada a unos 250 kilómetros de la capital panameña.
El ministro de Seguridad Pública, Jonattan Del Rosario, ha declarado a la agencia Efe que los migrantes están siendo sometidos a un protocolo que "toma su tiempo" y que definirá su destino.
"Después que terminamos la verificación, caso por caso, pues salen del país (...) el destino de cada migrante va mucho en función de sus características y es un proceso que se hace caso por caso", preciso el ministro.
Aunque señaló que no se esperaban la ola migratoria que comenzó el pasado fin de semana, añade que tampoco es la peor “crisis de migrantes” que haya vivido Panamá, en alusión a la de finales de 2015, cuando Nicaragua cerró su frontera.
Los migrantes que están ahora en Puerto Obaldía están siendo sometidos a un procedimiento de verificación sanitaria para evaluar su estado de salud, de seguridad y migración.
El proceso incluye un análisis biométrico para comparar información con bases de datos de Estados Unidos y de otros países, con el propósito de tener un perfil de la persona y determinar si la misma genera o no una alerta migratoria.
El resultado de ese proceso es muy importante, porque determina si a los migrantes "se les expulsa, si se les retorna al país del que vinieron", resaltó el ministro.
Muchos de los migrantes no llevan pasaportes ni ninguna identificación, y el proceso de verificación, que se conoce como “operación flujo controlado”, puede "tomar varias semanas" en esos casos.
"La impaciencia de los migrantes nos obliga a veces a tener que hacer valer la autoridad, pero siempre todo dentro del respeto de los derechos humanos. Es una situación humana compleja que la atendemos de manera seria y responsable, por lo que toma su tiempo", afirmó.
En la zona donde están los migrantes se encuentra personal del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), del Ministerio de Salud, del Servicio Nacional de Migración, y del organismo de socorro Sinaproc.
Ya se está distribuyendo en Puerto Obaldía ayuda humanitaria consistente en alimentos, medicinas y otros enseres básicos) para atender a los migrantes.
El Servicio Nacional de Migración indicó en una declaración pública que el "pueblo panameño puede estar seguro" que la situación que se presenta con los migrantes en Puerto Obaldía se maneja "de manera adecuada, profesional" y respetando tanto la "soberanía" de Panamá como los derechos humanos.
"Estos flujos se han manejado continuamente y existe capacidad estatal pata atender y así se está haciendo. Al mismo tiempo el Servicio Nacional de Migración y representantes de otras autoridades panameñas y colombianas se mantienen reunidos con comunicación diaria para evitar que el tema de convierta en una crisis regional", indicó la misiva de la oficina de Migración.
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