El Parque Céspedes de Santiago de Cuba mantiene la estructura clásica de las plazas en las colonias españolas en América, fundadas siglos atrás, donde resalta el edificio del ayuntamiento y la iglesia principal.
Pero resulta que en Santiago de Cuba, cuando la ciudad sobrepasa el medio siglo de fundada, justamente el edificio que siempre fue ayuntamiento será sacrificado para ser convertido en un museo que rendirá honores a Fidel Castro y el Primer Frente Guerrillero, idea que ha molestado a los arquitectos e ingenieros civiles y que ven en tal disposición un irrespeto al patrimonio.
Un arquitecto que prefiere permanecer en el anonimato por miedo a las reprimendas por sus opiniones, es del criterio que “el ayuntamiento de la ciudad siempre ha sido eso, ayuntamiento, y debería de seguir así pues es un edificio que se hizo con ese objetivo. En el mundo uno no convierte el ayuntamiento en un museo, otro más de los tantos que ya hay aquí, eso es una aberración, se mantiene en sus funciones más cuando siempre fue así y tiene tantos valores e historia como lo que fue creado”.
Se dice que el nuevo lugar estará dotado de tecnología de punta, similar a lo que se ha construido en el Museo de Segundo Cabo, en La Habana, y para ello se realizan abarcadores trabajos constructivos fuera y dentro de la edificación. Para ello, antes se reubicaron las oficinas de la Asamblea Municipal del poder Popular, ahora en la avenida de Las Américas, y las de Cultura Provincial, en un inmueble aledaño.
“El ayuntamiento no es Fidel Castro y menos tiene que ver con el Primer Frente Guerrillero, no es solo balcón donde Fidel proclamó el triunfo de la Revolución, tampoco las ceremonias o espectáculos que ha acogido, es mucho más que eso. Se le puede insertar más en la vida cultural, se pueden hacer salas de historia, pero más con la historia de Santiago de Cuba como ciudad, y no como altar donde rendirle homenaje a alguien o algo”, opina de nuevo este arquitecto y dice que su criterio es compartido por otros colegas, también ingenieros e historiadores locales, pero que prefieren callar sus voces pues saben la prioridad que recibe tal proyecto en estos momentos.
Una de las razones, además de la famosa alocución de Fidel desde el balcón, en las que descansa la controversial decisión de sacrificar el ayuntamiento y convertirlo en museo, es que en el Salón de la Ciudad, históricamente consagrado a solemnes y trascendentes ceremonias, fue donde el Comandante en Jefe recibió el título Honoris Causa de la Universidad de República Dominicana.
Ya están listas las salas expositivas y ahora esperan las muestras relativas con la etapa de luchas liderada por Fidel Castro. A decir de los que impulsan la idea, se espera que el sitio se convierta en lugar de diálogo entre los visitantes y el espacio visitado, con la tecnología que facilite encontrar lo buscado acerca de esa historia en la Sierra Maestra.
En la fachada de la edificación y a ambos lados del balcón central, de lo que en breve será el museo del Primero Frente Rebelde, se mantendrán las réplicas a gran tamaño de la Orden Antonio Maceo y la estrella de oro de Ciudad Héroe de la República de Cuba, otorgadas al terruño santiaguero para ponderar la transcendencia de esta urbe en la historia de la nación.
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