En medio del pa’lante y pa’trás del gobierno cubano en relación con el cuentapropismo, una duda se mantiene: ¿cuándo podrán contar los dueños de cafeterías y restaurantes, y ahora también los que alquilan viviendas y habitaciones, con un mercado mayorista donde puedan comprar alimentos al por mayor?.
Sobre el tema, la viceministra primera de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, fue tajante: no es posible abrir este mercado aún debido a las condiciones financieras del país.
La funcionaria reconoció que a la carencia de este tipo de locales se suma el desabastecimiento de muchos productos en tiendas minoristas, a las que deben acudir los privados para abastecerse de insumos.
Sin embargo, hasta el momento seguirá siendo una aspiración. Un deseo que cada vez comparten más personas en la Isla, dado que con las nuevas regulaciones, más titulares de licencias están autorizados a la elaboración y venta de alimentos.
La ausencia de un mercado mayorista, algo tan común en el resto del mundo, obliga a los autónomos cubanos a competir no solo con la población “normal”, pues todos deben comprar sus productos en el mismo lugar, sino con los comercios del Estado, que tienen acceso a la materia prima más barata.
A pesar de que el gobierno ha “vendido” como mayoristas los supermercados capitalinos Zona+, situado en el municipio de Playa, y Almacenes Subirana, en Centro Habana, en realidad no lo son, pues nada más rebajan un 20 por ciento de sus artículos con respecto a los precios de las tiendas minoristas, y para cooperativistas y empresas estatales.
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