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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acusó a su hermano - el ex jefe del ejército del país- de “pasarse al bando del imperio” y convertirse “en un peón del imperio”. Las acusaciones fueron lanzadas por el mandatario este lunes durante la clausura del XVI Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN).
Ante la actual crisis sociopolítica que se desencadena en el país andino, Humberto Ortega -hermano del mandatario nicaragüense-, ha reiterado su postura a favor del adelanto de las elecciones generales en 2019.
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“El presidente Daniel Ortega, al adelantar constitucionalmente las elecciones presidenciales para el año entrante, dice sí a la paz”, expresó Humberto.
"Esta el la primera vez que un caudillo sandinista ha cuestionado el proceso revolucionario públicamente y, a su vez, atacado al actual dirigente", informa el diario nicaragüense La Prensa.
Según el mandatario, durante el gobierno de Violeta Barrios Chamarro, su hermano -por aquel entonces, jefe del ejército nicaragüense- ejecutó acciones militares en contra de su propio pueblo.
“Ellos no titubearon en llamar al Ejército y lanzar al Ejército en contra de los que protestaban, no les bastaba la Policía, sino que lanzaron al Ejército a que disparara contra los trabajadores que defendían empresas que le habían sido entregadas por el Estado revolucionario y ahí murieron trabajadores defendiendo centros de abastecimiento, allá en el departamento de Estelí, y ¿quién era el jefe del Ejército que violó los principios? El jefe del Ejército era el general Ortega”, afirmó Daniel Ortega.
Este es un argumento poco coherente, si se observa la realidad en la cual está sumergida Nicaragua. En los últimos meses de ciris, el presidente Ortega ha lanzado a las calles contra el pueblo a la Policía. Una entidad gubernamental que ha sido cómplice en el asesinato de más de 300 nicaragüenses.
Por causa de dichas acciones, Estados Unidos sancionó, ante la comunidad internacional, al jefe de la policía nicaragüense -y actual consuegro del presidente Ortega- Francisco Díaz, por violentar los derechos humanos.
En el acto de clausura del XVI Congreso de la UNEN, Daniel Ortega entregó la orden de la Independencia Cultural Rubén Darío a dirigentes estudiantiles de las universidades públicas y privadas del país, entre ellos Fidel Moreno.
Moreno en estos momentos, se encuentra sancionado por el Gobierno de los Estados Unidos, por corrupción y violaciones a los derechos humanos.
“También fueron condecoradas la diputada sandinista Maritza Espinales, la rectora Flor de María Valle —de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León)—, la rectora Ramona Rodríguez —de la UNAN-Managua— y el sindicalista Freddy Franco”, apunta el diario La Prensa
Para finalizar, el dictador prometió estudiar una serie de solicitudes realizadas por miembros de la UNEN, entre ellas: eliminar la asignación presupuestaria del gobierno del 6 por ciento a la Universidad Centroamericana (UCA).
La UCA, es la única universidad del país que no forma parte de la UNEN, y una de las tantas, cuyos estudiantes se han manifestado en contra del régimen opresivo de Ortega.
Las autoridades de la universidad, públicamente han denunciado al gobierno de Ortega y en más de una ocasión, dieron albergue a estudiantes y ciudadanos que huían de los ataques de la Policía y los paramilitares.
El rector de la UCA, padre jesuita José Alberto Idiáquez, ha recibido varias amenazas de muerte por su participación en la mesa del Diálogo Nacional.
Durante el acto celebrado el lunes, Ortega acusó a la Iglesia de ser uno de los entes responsables de la situación del país y pidió que “en diciembre la luz de la estrella de Belén iluminara el cerebro de los religiosos, para que reflexionaran sobre el actuar de ellos”.
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