La miel orgánica se ha convertido en la cuarta exportación agrícola más valiosa de Cuba, por encima de populares productos como el café y el azúcar, confirmó esta semana Theodor Friedrich, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para la Isla.
En entrevista con la agencia Reuters, Friedrich explicó que la nación caribeña cobra cada vez más fuerza como competencia de las grandes industrias apicultoras, afectadas mundialmente por pesticidas utilizados en otras producciones agrícolas.
Después del colapso en 1991 de la Unión Soviética, indicó el experto, la Isla no pudo pagar los pesticidas debido a la falta de divisas, situación que se agudizó con el embargo comercial de los EE. UU. Por necesidad, el gobierno abrazó la agricultura orgánica.
"Toda la miel (de Cuba) puede certificarse como orgánica", aseguró Friedrich. "Su miel tiene un sabor muy específico y típico: en valor monetario, es un producto de alto rango", agregó.
De acuerdo con el especialista, ahora que Washington está flexibilizando el embargo tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas el año pasado, los exportadores de miel orgánica de Cuba podrían ver un crecimiento significativo si el gobierno apoya a la industria.
Cuba produjo más de 7.200 toneladas de miel orgánica en 2014, por un valor de alrededor de 23.3 millones de dólares, de acuerdo con estadísticas gubernamentales citadas por la FAO.
La industria del país todavía es minúscula en comparación con los pesos pesados de la miel, China, Turquía y Argentina. Pero con una mercancía que vale más de litro que el petróleo, los productores de miel cubanos creen que podrían estar en la cúspide de una era lucrativa, enfatizó la nota.
Apicultores como Javier Alfonso, que trabaja con 80 colmenas que producen cada una 45kg de miel por año, creen que las exportaciones de Cuba podrían crecer marcadamente en los próximos años.
Con una granja en la localidad de San Antonio de los Baños, Alfonso vende miel exclusivamente al gobierno, al igual que el resto de los apicultores del país. El Estado le paga según el precio del mercado mundial y luego asume la responsabilidad de comercializar el producto en el exterior.
“La mayoría de las exportaciones de miel de Cuba van a Europa”, dijo. “Me gustaría pedir dinero prestado para expandir la producción, pero obtener crédito es difícil”, dijo el campesino.
Un empleado de la granja de Alfonso, Raúl Velásquez, explicó al medio que sus colmenas se dan en un ambiente muy natural. "El gobierno no puede vender productos químicos, esta podría ser la razón por la que no se nos mueren las abejas” como sucede en países como EE.UU y Canadá.
La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. comenzó a estudiar en enero un insecticida ampliamente utilizado en plantas de algodón que, según cítricos, puede dañar las poblaciones de abejas.
"No creo que haya ninguna duda de que las poblaciones de abejas melíferas (en Estados Unidos y Europa) han disminuido ... desde la Segunda Guerra Mundial", dijo Norman Carreck, director científico de la Asociación Internacional de Investigación de Abejas, con sede en el Reino Unido.
El cambio climático, menos lugares para que las abejas silvestres aniden, los cambios en el uso de la tierra, las enfermedades y los pesticidas son los culpables de la disminución, acotó.
Pero la industria de miel cubana, libre de plaguicidas, protege a sus apicultores contra los problemas que afectan a otros exportadores de miel, señaló Friedrich de la FAO, “y podría ser un flujo de ingresos creciente para los agricultores de la Isla”.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: