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Durante toda su campaña, una de las principales promesas de Donald Trump fue llevar a cabo su ley antiinmigrante.
Desde que ocupó el puesto de presidente de los Estados Unidos, la cacería de brujas contra estas personas no ha cesado.
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Este martes, Trump rechazó fallos judiciales contra las políticas de detención a migrantes impulsadas por su gobierno.
El mandatario dijo además que los inmigrantes no deberían entrar de forma ilegal al país:
"Tengo una solución: díganles a las personas que no entren a nuestro país de forma ilegal. Esa es la solución", dijo Trump a medios en la Casa Blanca.
"Entren de forma legal".
Por su parte, una jueza rechazó un pedido del gobierno para permitir detenciones de niños inmigrantes indocumentados durante un período largo.
No son pocas las declaraciones que ha hecho Donald Trump contra los emigrantes. A principios de año, dijo que cortaría de raíz la migración en cadena (basada en lazos familiares) y el programa de loterías de visas a la diversidad.
El estadounidense también anunció el pasado año la propuesta de una ley para que solo puedan solicitar ayudas sociales los inmigrantes que ya lleven cinco en años en Estados Unidos.
“Ha llegado la hora de poner nuevas normas de inmigración que digan que aquellos que traten de entrar en nuestro país deben ser capaces de mantenerse económicamente y no deben tener acceso a beneficios sociales durante al menos cinco años", dijo.
Para él, siempre ha sido un orgullo que su Gobierno haya sido el que mejor se ha propuesto combatir la inmigración hacia los Estados Unidos.
Como presidente también abordó un proyecto de ley que reduciría a la mitad la inmigración legal. Su objetivo era dar prioridad a los solicitantes que hablen inglés y que puedan mantenerse financieramente a ellos mismos y a sus familias, contribuyendo a la economía del país norteño.
"Esto representaría la reforma más significativa a nuestro sistema de inmigración en medio siglo", dijo Trump orgulloso.
Por último, Trump ha provocado una gran polémica a nivel internacional, cuando decidió comenzar a separar a miles de niños indocumentados de sus familiares en la frontera con México.
Respecto al caso cubano, luego de la decisión del Gobierno de Trump de trasladar las actividades consulares de su embajada en La Habana primero a Bogotá y luego a Guyana, las 20.000 visas anuales que se otorgan a cubanos se ven en peligro.
El Departamento de Estado confirmó a Tampa Bay hace unos meses que en 2018, por primera vez desde 1994, Estados Unidos se vería en problemas para cumplir el acuerdo migratorio con la Isla.
Esto se debe, nada más y nada menos, al problema de los supuestos ataques acústicos a diplomáticos estadounidenses en La Habana.
Para Trump, la emigración debe ser basada en méritos: "Yo, como presidente, quiero que la gente que venga a nuestro país sea para ayudarnos a convertirnos en un país más fuerte y maravilloso de nuevo, gente que venga a través de un sistema basado en el mérito. No más loterías. EEUU primero", aseguró.
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