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Miami, 15 abr (EFEUSA).- Decenas de exiliados cubanos se congregaron hoy en el barrio de La Pequeña Habana, en Miami, para exigir elecciones libres y democráticas en la Isla, y no la aplicación de "un dedazo para pasar de un dictador a otro".
Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, organización a cargo de convocar la manifestación, señaló a Efe que la elección de quien suceda en la Presidencia a Raúl Castro, el próximo 19 de abril, es una "traición al pueblo de Cuba, porque "cambiar de tiranos no es ser libres".
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"En 60 años los cubanos no hemos podido elegir ni el sistema de vida ni a nuestros dirigentes. Nosotros no escogimos el llamado socialismo que impera en Cuba", señaló Sánchez.
Lamentó que a cuatro días de que Raúl Castro deje la Presidencia el pueblo cubano no sepa aun quien será su sucesor y se mostró por tanto partidario de la campaña que promueve el movimiento Cuba Decide, que lidera Rosa María Payá, hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá.
Este movimiento, algunos de cuyos miembros fueron parte de la concentración, promueve un cambio político mediante la movilización pacífica y la celebración de un plebiscito vinculante en el que se pregunte a los cubanos "que es lo que quieren: ¿Continuar o un cambio hacia la democracia?", tal como resumió Sánchez.
Los concentrados pusieron una serie de fotografías de niños que fueron parte de las 37 víctimas mortales en el hundimiento del remolcador cubano "13 de marzo", "crímenes que permanecen impunes", como dijo Sánchez, y del que culpan al castrismo.
A un lado de estas fotografías, el cubano Pedro Pablo Guzmán Cabrera, de San Antonio de los Baños, criticó el "cambio por dedo" que ocurrirá en su país de origen y pidió "elecciones libres y democráticas".
"No se trata de dinastías ni de sucesión", manifestó el hombre, vestido de riguroso blanco y quien aseveró que en la isla hacen falta "cambios radicales".
Durante el encuentro, en donde no faltaron las consignas "Viva Cuba libre" y "Abajo el comunismo", los exiliados dedicaron un momento de silencio por "los mártires y los presos políticos", así como por la disidencia en la isla que a esa misma hora tenía prevista una concentración en La Habana y de la que no se tenía certeza de que se hubiera realizado.
Sánchez felicitó al Gobierno peruano, que ejerció de anfitrión en la VIII Cumbre de las Américas, celebrada en Lima y a la que Raúl Castro no asistió, por tomar "una posición correcta al decir que en tiempos de democracia no hay espacio para dictadores".
El presidente del Movimiento Democracia, que en días pasados envío una carta al presidente de EEUU, Donald Trump, pidiendo considere una serie de puntos para la "democratización" de la isla caribeña, agradeció la solidaridad que en la cita de Lima mostró el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, a los representantes del exilio y la oposición cubana.
"A pesar de algunos cantos de sirenas que aturden a la gente, parece que en general el continente americano está reaccionando", aseveró Sánchez.
En una rueda de prensa ofrecida esta semana, Sánchez manifestó que ha pedido al mandatario estadounidense que impulse una ley, similar a la aplicada a Venezuela, que "castigue directamente a los funcionarios cubanos que violen los derechos humanos".
Entre los reunidos hoy en este enclave del exilio cubano de Miami, hubo coincidencia no solo en rechazar el cambio de jefatura en la isla, sino en la necesidad de "mantener viva la esperanza".
"No existe ninguna forma o análisis que justifique lo que ha hecho el régimen cubano", enfatizó Eugenio Silva Pérez, originario de La Habana
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