Conocido como “El Billetero”, Roberto Salas es una de las estatuas vivientes que en los últimos años se ha hecho popular en diversas zonas del casco histórico de La Habana Vieja (La Habana).
En esta entrevista ―difundida por Prensa Latina Televisión― Salas revela, con notable locuacidad, algunas de las claves o trucos de un oficio que requiere bastante más arte y habilidades de lo que muchos suponen.
El artista la califica de "experiencia de vida gratificante, tanto desde el punto de vista espiritual como desde el punto de vista económico". También declara que supone un "laboratorio" y "un espacio de aprendizaje" de uno mismo, en el cual la mente y el espíritu están enfrentados a una "situación límite".
Maquillaje, interpretación, concentración y profesionalidad se dan la mano en un trabajo difícil y digno de admirar, algo que queda evidenciado doblemente luego de escuchar estas confesiones, que nos invitan a valorar, todavía más, este singular oficio.
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