Mitsubishi Motors inauguró oficialmente su oficina en La Habana, con el objetivo de explorar nuevos proyectos de infraestructura en Cuba. La multinacional japonesa tiene puesto su foco de atención en la zona de desarrollo especial del Mariel.
Hace dos años y medio, Cuba puso en marcha un plan por convertirse en un centro de envío y estimular nuevos proyectos industriales. Además, se ofrecía a los inversores reducciones fiscales y flexibilidad en aduanas.
Mariel es parte de una iniciativa más amplia del gobierno en los últimos años para atraer más inversiones a Cuba e impulsar el crecimiento económico. Anteriormente, muchas empresas extranjeras no se establecían en Cuba debido al régimen jurídico cubano, las desventajas asociadas con el embargo económico de EE.UU. y las políticas laborales restrictivas.
Japón es uno de los países que tratan de convencer a Cuba para firmar contratos de inversión con sus empresas a cambio de la cancelación de la deuda. El primer vicepresidente de Cuba Miguel Díaz-Canel visitó Tokio el mes pasado para discutir sobre la deuda, la inversión y el comercio.
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