Más de un mes después de que los cubanos recibieran al presidente de EEUU, al gobierno cubano le está resultando difícil amortiguar el resplandor que esta visita ha dejado. El envejecido liderazgo en Cuba se esforzó en frenar el entusiasmo de cambio en el Congreso del Partido Comunista, diciendo que hay que tener cuidado con las intenciones de Estados Unidos. Además, Fidel Castro, que entregó el poder a su hermano en 2008, escribió un editorial en la prensa estatal, aconsejando al hombre al que llama con sarcasmo "Hermano Obama" a "no trata de desarrollar teorías acerca de la política cubana."
No obstante, la mayoría de los cubanos parecen ansiosos por ver rápidos y profundos cambios en el país. Para los espectadores que miran el rodaje de "Fast and Furious 8", este espectáculo es visto como un ejemplo de la transformación del país hacia una sociedad más abierta.
Por otra parte,la semana pasada, el gobierno redujo los precios de los productos básicos como el pollo y el aceite de cocina. Pero la medida resulta insuficiente para algunos trabajadores, que dicen que sus salarios no proporcionan lo necesario para vivir. Según estas personas, se requieren más y más cambios profundos para cumplir con las expectativas creadas.
Y muchos cubanos quieren ver más. En el restaurante privado donde los Obama cenaron durante su visita a Cuba, el propietario dice que los cambios puestos en marcha hace 5 años tienen que acelerarse, para que la economía del país pueda crecer y así mejorar la vida de los cubanos de a pie.
Sin duda, a nivel general la gente es optimista y espera que las acciones del gobierno gobierno cubano emprendidas desde la visita de Obama se sigan sumando a nuevas medidas abiertas a la normalización de relaciones con los Estados Unidos.
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