Miguel Díaz-Canel visitó este miércoles Artemisa y dio fe de su recorrido en sus redes sociales, donde se le ve caminar de la mano de una mujer mayor que resultó ser la delegada del Consejo Popular Pueblo Nuevo de este municipio. En un encuentro con la población en este reparto, el mandatario detalló que se han fijado como "tareas estratégicas" el saneamiento, la parte eléctrica y el agua. "Ahí vamos saliendo, porque vamos a salir (adelante)", dijo arropado por consignas populistas. "Cuente con Consejo Popular Pueblo Nuevo porque hay sangre de Artemisa", gritó la delegada en estado de exaltación.
"Yo creo que se ha trabajado con organización, con disposición... Todo el que se le ha pedido que venga, ha venido. Se ha avanzado", señaló Díaz-Canel, comparando el desastre actual con el que se encontró el primer día tras el paso del ciclón.
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Fiel al optimismo impostado de la propaganda del régimen cubano, el sucesor de Raúl Castro asegura haber comprobado que el territorio más castigado por el huracán Rafael "se levanta con la ayuda de todos", escribió en la red social X (antes Twitter) sin definir a qué se refiere cuando habla de levantarse.
En su encuentro con los vecinos, a Díaz-Canel se le acercó la "delegada" del Poder Popular que, según dijo, lleva 33 años en el cargo. La mujer se mostró especialmente besucona con el mandatario y estuvo de acuerdo con él en que los vecinos tienen que ayudar a abrir huecos, a despejar lugares donde hay que poner postes y a "concentrar" la basura para que la recojan.
Según la prensa oficialista, ésta es la tercera ocasión en que Díaz-Canel acude a Artemisa tras el huracán Rafael. La primera de ellas tuvo lugar el día 7 de este mes de noviembre, 24 horas después del paso del ciclón.
Durante su recorrido, el hombre que mantiene las cárceles cubanas llenas de presos políticos, acudió al kilómetro 32 de la autopista Habana-Pinar, donde se interesó por los trabajos para reemplazar seis torres de alta tensión derribadas por los fuertes vientos. Estas torres enlazan Mariel con territorio pinareño.
Según la televisión cubana, en estos momentos hay brigadas desmontando las estructuras dañadas para sustituirlas por nuevas y tienen previsto levantar la primera torre en tres días y así sucesivamente. Se estima que los trabajos de recuperación tardarán en torno a 18 días.
Díaz-Canel se paseó también por el Hospital Ciro Redondo de Artemisa, donde su directora, Niurka Larrionda Valdés, le explicó que los principales daños provocados por vientos de más de 100 km/h se registraron en los ventanales de cristal y falsos techos, lo que se tradujo en filtraciones. Además, aseguró que "en ningún momento" tuvieron cortes de luz. "Nunca nos faltó el combustible para grupos electrógenos ni para el bombeo de agua".
El mandatario resumió su visita con una frase rimbombante reproducida por la prensa oficialista: "Ahora el hospital quedará más bonito que antes". También prometió que quedarían mejores algunas infraestructuras para el bombeo de agua.
Daños provocados por Rafael
Casi medio centenar de instalaciones deportivas se vieron afectadas en Artemisa por el huracán Rafael, con daños que incluyen desde el colapso de estructuras hasta la pérdida de equipamiento. El fenómeno atmosférico dejó destrozos en 48 espacios, entre ellos el estadio de béisbol 26 de Julio. A eso hay que sumarle la profunda crisis en que ha sumido al sector Salud con un total de 119 centros afectados en los 11 municipios de la provincia.
El 87.09 % de Artemisa quedó sin corriente eléctrica tras el paso de Rafael. Solo 26,384 clientes -el 12.91 %- recuperaron el servicio transcurrida una semana del impacto del huracán en el Occidente de Cuba.
Hoy, en Maisí
Tras su visita a Artemisa, el mandatario cubano visitó este jueves Maisí, donde volvió a repetir sus consignas populistas. "Guantánamo se levanta, tres semanas después del paso del huracán Oscar", escribió en X.
Especialmente llamativo fue un encuentro con vecinos de Maisí, a los que Díaz-Canel comentó que se ha recuperado el 99,7% del sistema eléctrico. Todos los allí presentes permanecieron en silencio y con caras largas.
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