Temporada ciclónica 2024: Récords históricos, 378 muertes y $140 mil millones en daños

La temporada ciclónica 2024 fue devastadora: se formaron 18 tormentas, 11 huracanes y 5 de gran intensidad, afectando gravemente a Cuba y EE. UU.

Imágenes aéreas en Artemisa tras paso del huracán Rafael Foto © Facebook/Minfar Cuba

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La temporada ciclónica 2024 dejó un impacto devastador, con 378 muertes y pérdidas económicas superiores a $140 mil millones, colocándola entre las más costosas de la historia.

El meteorólogo cubano Raydel Ruisanchez explicó este lunes en Facebook que, durante este periodo, que concluye el 30 de noviembre, se formaron 18 tormentas tropicales, de las cuales 11 se convirtieron en huracanes y 5 alcanzaron gran intensidad.


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Captura Facebook / Raydel Ruisanchez

Entre estos sistemas, dos fueron huracanes de categoría 5, un fenómeno que solo se había registrado en cinco temporadas anteriores (2005, 2007, 2017, 2019).

El huracán Beryl rompió récords como el ciclón categoría 5 más temprano jamás registrado, mientras que el ciclón Milton fue el quinto más intenso en la cuenca del Atlántico y el más potente a nivel mundial este año.

De los 18 sistemas, 12 tocaron tierra, incluidos los más destructivos, demostrando que no es la cantidad de ciclones lo que más importa, sino su intensidad y capacidad de impactar zonas habitadas, apuntó Ruisanchez.

Asimismo, señaló que las inundaciones provocadas por lluvias intensas causaron el mayor número de muertes, destacando la vulnerabilidad de muchas áreas y la necesidad de no subestimar este peligro.

Aunque los pronósticos iniciales anticipaban una temporada extremadamente activa, esta se comportó por encima de lo normal, dejando tras de sí daños significativos y una cifra trágica de vidas perdidas.

A Cuba la impactaron directamente dos potentes huracanes: Oscar (categoría 1) y Rafael (categoría 3), que dejaron tras de sí una estela de destrucción y pérdidas considerables.

Oscar azotó el 20 de octubre la región oriental, principalmente la provincia de Guantánamo, donde provocó inundaciones descomunales que dejaron aisladas a comunidades enteras y severos daños en viviendas, infraestructuras y la agricultura, en los municipios de San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa, los más afectados.

Pero el perjuicio más importante fue la pérdida de al menos ocho vidas humanas, según las cifras oficiales del gobierno, que también reportó dos personas desaparecidas. Hasta el momento, esos datos no han sido actualizados; sin embargo, habitantes de localidades guantanameras afectadas sostienen que hay un número mayor de víctimas mortales.

Dos semanas después, el 6 de noviembre, Rafael se ensañó con el extremo occidental de Cuba, donde fue devastador para las provincias de Artemisa y La Habana, y también ocasionó destrozos en Mayabeque y Pinar del Río.

Derrumbes de miles de casas y otras edificaciones, un apagón general que se extendió por más de una semana, averías en las redes eléctricas y telefónicas, y severos estragos en la agricultura fue el duro golpe asestado por el huracán en el oeste del país, agravando aún más la aguda crisis económica que atraviesa Cuba desde hace un lustro.

La temporada ciclónica 2024 destacó por su actividad por encima del promedio, con 18 tormentas con nombre, 11 huracanes y cinco de gran intensidad, superando el promedio histórico de 14 tormentas, siete huracanes y tres de gran intensidad, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Además de Beryl, la agencia científica destacó el ciclón Helene, que marcó un hito como el huracán más mortal en Estados Unidos desde Katrina en 2005, al impactar como categoría 4 en la costa del Golfo de Florida, dejando un saldo preliminar de más de 150 muertes directas, principalmente en Carolina del Norte y del Sur.

Milton, otro de los huracanes más devastadores, tocó tierra en Florida como categoría 3, causando un brote de 46 tornados y acumulaciones de lluvia de hasta 15 pulgadas en algunas áreas. Su rápida intensificación, con un aumento de 90 millas por hora en 24 horas, fue una de las más rápidas jamás observadas.

Además, la NOAA destacó que esta temporada se caracterizó por un aumento de la actividad tras la pausa típica del pico de la temporada.

En ese sentido, mencionó que 12 tormentas se formaron después del clímax climático de septiembre, incluyendo siete huracanes registrados a partir del 25 de ese mes, el mayor número en este periodo desde que se tiene registro.

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