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Un nuevo escándalo estalló este martes en Miami al conocerse que una delegación oficial del régimen cubano fue invitada y accedió a las instalaciones de control y seguridad del Aeropuerto Internacional de esa ciudad (MIA).
El hecho provocó una reacción inmediata por parte de la regidora de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, quien emitió un comunicado expresando su sorpresa por esta visita de funcionarios del régimen cubano a instalaciones estratégicas de la ciudad, gestionadas por su oficina.
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“Como muchos en nuestra comunidad, me sorprendió saber que una delegación del gobierno cubano fue invitada a visitar las instalaciones de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA)”, indicó Levine Cava en redes sociales.
Acorde a sus palabras, “la decisión de permitir que los funcionarios cubanos recorrieran áreas seguras en el MIA se tomó sin el conocimiento del Departamento de Aviación de Miami-Dade (MDAD)”.
La afrenta al condado de Miami-Dade es por partida doble, pues según Levine Cava, la visita no informada “sucedió durante la celebración del Día de la Independencia de Cuba, una fecha en la que reafirmamos nuestro compromiso con la libertad y la democracia en Cuba frente a una dictadura brutal”.
“Mi oficina se ha puesto en contacto directamente con el Departamento de Seguridad Nacional para comprender cómo se tomó esta decisión y para solicitar que el condado y MDAD sean incluidos en cualquier decisión futura relacionada a la concesión de acceso a las instalaciones del MIA a funcionarios de gobiernos extranjeros”, dijo.
Por último, la alcaldesa quiso reafirmar el firme apoyo del condado “al pueblo cubano aquí en nuestra comunidad y en la isla mientras continúa la lucha para traer libertad a Cuba”.
“Estamos comprometidos a garantizar la seguridad de nuestra comunidad y de todos aquellos que viajan a través de nuestro aeropuerto”, concluyó el comunicado de Levine Cava.
Por su parte, el congresista cubanoamericano Carlos A. Giménez denunció a la administración Biden como responsable de una visita que consideró "vergonzosa y peligrosa", apuntando al Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el cubanoamericano y demócrata, Alejandro Mayorkas.
"Como Presidente de Seguridad Nacional en Seguridad del Transporte, responsabilizaré a la Administración Biden por su vergonzosa y peligrosa decisión de otorgar a los agentes del régimen de Castro acceso a instalaciones sensibles" de la TSA en MIA, dijo Giménez.
Similitudes con anteriores escándalos
En febrero de 2023, el congresista cubanoamericano Marco Rubio, integrante del Comité de Inteligencia del Senado, expresó su "gran preocupación" por la decisión de los departamentos de Seguridad Nacional y de Estado de recibir una delegación cubana en las instalaciones de la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG), en su sede en Washington DC y dependencias portuarias en Wilmington, Carolina del Norte.
Finalmente, el gobierno estadounidense decidió suspender la visita a la sede de Guardia Costera y el recorrido de la delegación cubana quedó restringido a la zona portuaria de Wilmington, en medio de una controversia política liderada por congresistas cubanoamericanos.
Días más tarde, la administración de Joe Biden precisaba que la cancelación de la visita de los funcionarios cubanos a la sede de USCG en Washington se debió estrictamente al retraso de un vuelo, y no a la presión de los representantes.
“Se esperaba que la delegación cubana llegara el domingo 26 de febrero de 2023 a Washington, D.C., pero se retrasó hasta el lunes 27 de febrero debido a la cancelación de un vuelo. Debido al retraso en el viaje, la visita a la estación principal de la Guardia Costera fue cancelada”, declaró a CiberCuba un funcionario del Departamento de Estado.
Asimismo, explicó que “los días 1 y 2 de marzo, funcionarios del Ministerio del Interior, del Ministerio de Transporte y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba visitaron Estados Unidos para reunirse con funcionarios de la USCG y recorrer las instalaciones portuarias de Wilmington, NC, como parte del Programa Internacional de Seguridad Portuaria”.
En junio de 2019, documentos filtrados a esta redacción revelaron indicios de espionaje de la Seguridad del Estado de Cuba en el Aeropuerto Internacional de Miami.
Un reportaje perteneciente a una serie especial de #CiberCubaleaks reveló que los servicios de inteligencia de Cuba habían logrado apropiarse de información confidencial sobre el funcionamiento interno, los registros operativos de aerolíneas y el acceso a áreas restringidas en el MIA, según documentos clasificados del Ministerio del Interior (MININT) que obtuvo CiberCuba.
La documentación de inteligencia sobre el MIA forma parte de un lote de expedientes clasificados cedidos por una fuente anónima a esta redacción, con cientos de páginas y archivos multimedia, transferencias bancarias, contratos, correos electrónicos e información privada de personas de interés para el gobierno cubano, en lo que constituyó una de las mayores filtraciones de los archivos secretos del MININT en toda su historia.
Al menos seis documentos con membrete de la Dirección de Contrainteligencia del MININT, fechados entre 2015 y 2017, contenían información sensible que fue enviada a La Habana por agentes del régimen cubano en cumplimiento de misiones de espionaje y recolección de datos.
Las revelaciones pusieron en evidencia el interés de la inteligencia cubana sobre una instalación estratégica en territorio estadounidense, que en 2022 rompió su récord de pasajeros atendidos tras recibir a más de 50.6 millones de viajeros, y que constituye la principal puerta de enlace entre Estados Unidos y América Latina, además del motor económico del sur de la Florida, con ingresos anuales de miles de millones de dólares.
Tras la revelación, la dirección del MIA respondió al reportaje de CiberCuba. Lester Sola, director y CEO de MIA, dijo en un comunicado que habían compartido el informe con sus socios de inteligencia federales, pero aclararon que hasta el momento no habían visto "nada que pudiera permitir el acceso a áreas seguras o comprometer la seguridad" de la instalación.
Asimismo, explicó que se habían tomado "todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de nuestros pasajeros. Contamos con protocolos sólidos para controlar el acceso a todas las áreas del aeropuerto, y continuaremos investigando estas y otras posibles amenazas".
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