Una impresionante concentración de langostas comunes del Caribe fue captada por el propietario de una embarcación en Florida que se preguntó si todavía estaba vigente la temporada de pesca de estos crustáceos.
“¿Estamos todavía en temporada de langostas? Porque… creo que voy a tener que buscar un poco de miel. Están migrando hacia mi bote. ¡Es algo salvaje!”, dijo el autor del video que fue compartido en el sitio de sucesos lifestyle_miami.
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En Florida, la temporada regular de recolección de langostas comienza el 6 de agosto y se extiende hasta el 31 de marzo, según Telemundo 51. Por tanto, el propietario de la embarcación podía haber capturado algunas, pues se desplazaban en aguas poco profundas.
Aunque la langosta común del Caribe (panulirus argus) no es una especie que cambie su hábitat natural, en ocasiones emprende “migraciones” de propósito desconocido durante el otoño. Expertos consideran que puede ser en respuesta a la disminución de las temperaturas en las aguas poco profundas.
La escena de las langostas que rodeaban la embarcación anclada en los Cayos de Florida, recordó las explicaciones dadas por un directivo cubano del sector pesquero, que atribuyó la disminución de las capturas de este animal a su migración hacia “aguas más profundas”.
Según explicó a mediados de noviembre pasado Ramón Contino, director de Tecnología de la empresa Pescaisla, las langostas ya no participaban “en el plan anual de producción debido a una inesperada ola migratoria hacia aguas más profundas”.
Las creativas explicaciones de Contino resonaron con las declaraciones de la viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, quien, con una lógica irrefutable, aseguró que si no había pescado en las tiendas es porque no había peces en el agua.
“Si nos damos el gusto de comer langosta y camarones faltará la leche de los niños”, razonó en septiembre de 2020 el ahora defenestrado ministro de la Industria Alimentaria en Cuba, Manuel Sobrino Martínez.
Transcurridos cuatro años de ese razonamiento, en Cuba se agrava la escasez de comida y aumenta el número de personas en riesgo de inseguridad alimentaria. Entre los más afectados, los niños, que han visto reducirse la cuota de leche racionada que reciben por la libreta de abastecimiento.
“No renunciamos a comer [crustáceos]... No es que nosotros decimos que los cubanos no tenemos derecho a eso. Nosotros sí aspiramos a eso, a poderlos tener disponibles para todos los cubanos, pero tenemos que tener conciencia de que estamos en una situación compleja”, dijo Sobrino Martínez en 2020.
Cuatro años después, el régimen cubano sigue hablando y justificando la crisis con el eufemismo de “situación compleja”, los cubanos siguen sin leche ni langostas… mientras que a estas últimas se las puede ver fácilmente desplazándose por las transparentes aguas de Miami.
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