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La fachada de un edificio en ruinas localizado en las inmediaciones del Hotel Saratoga se derrumbó, según reportó en redes sociales el documentalista de origen salvadoreño, Jorge Dalton.
El inmueble estaba ubicado en la esquina de las calles Dragones y Monserrate, justo frente al emblemático Teatro Martí.
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“Se vino abajo esa fachada y dudo que tenga salvación. Mucha gente ni se ha enterado aún, porque para los pocos transeúntes que andan por esa zona de desastre, los derrumbes son algo cotidiano y a otros ya ni les interesa”, explicó Dalton en Facebook donde compartió varias fotos en las que se ve cómo quedó la zona, que estaba con andamios y en la que estaba prohibido el acceso.
“El paisaje doloroso e infeliz de esa zona es solo una pequeña muestra de los 65 años de un modelo más vencido que un viejo y remendado colchón de muelles, inservible y oxidado, donde todo es desidia, desesperanza, destrucción y desolación”, añadió el hijo del importante poeta salvadoreño Roque Dalton.
La fuente añadió que el edificio que está al lado del siniestrado Hotel Saratoga ya fue demolido.
“A esa metástasis se une también el estado calamitoso del que fuera uno de los más bellos parques de La Habana, el Parque de la Fraternidad. La única fraternidad que hoy existe ahí es entre la basura, la rotura de las bancas, la pena, la aflicción, el desconsuelo, la pesadumbre, el quebranto, la melancolía y los mendigos que habitan ese lugar en que un día ya muy lejano, se posó un bello pájaro”, concluyó Dalton.
"Ya lo malo se acabó, ahora viene lo peor"; "Y van por más"; "Ellos dijeron que primero hundirían la isla y la convertirían en ruinas antes que dejar el poder...Y lo están cumpliendo", fueron algunas opiniones de cubanos resignados a las ruinas de una Habana que rompen el corazón todo los días a sus habitantes.
Al menos 23 edificios sufrieron afectaciones de diversa consideración tras la explosión que en la mañana del 6 de mayo de 2022 destruyó buena parte del Hotel Saratoga y dejó 47 fallecidos y 99 heridos.
El emblemático Teatro Martí fue uno de los inmuebles que sufrió daños estructurales, aunque luego fue rehabilitado.
En mayo de 2023 -un año después de la tragedia- las autoridades cubanas finalmente comenzaron a demoler las viviendas ubicadas en Prado 609, destruidas por la potente deflagración.
En enero del pasado año el gobierno entregó ocho viviendas a familias de los edificios de Zulueta 508 y 512, entre Monte y Dragones, que también fueron destruidos.
Atribuida a una fuga de gas durante su trasvase a las instalaciones del hotel, que se encontraba en operaciones de mantenimiento para abrir luego de estar cerrado durante la pandemia de coronavirus, la explosión movilizó a las máximas autoridades del país y significó un punto de inflexión en la percepción de los cubanos acerca de los negocios hoteleros en manos del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), en poder de los militares.
Terminadas las labores de rescate, arquitectos e ingenieros especializados aseguraron que la estructura del Saratoga se podía salvar para acometer una segunda restauración del inmueble, restauración que se encuentra en marcha.
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