Cuatro funcionarios de prisiones de Cuba propinaron una brutal golpiza a un recluso que cumple sentencia en una prisión de máxima seguridad en Camagüey, según denunció la madre a través del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
“Chaniza Yilena Montero, madre del recluso Kennis Adalberto Salazar Montero, relata como sucedió la brutal golpiza contra su hijo por parte de las autoridades carcelarias de la prisión Kilo 8, en Camagüey”, indicó la organización en sus redes sociales.
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La organización no gubernamental (ONG) compartió una imagen del hijo de esta cubana, que -al parecer- tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para salvar su vida tras la despiadada paliza que recibió de sus carceleros y aportó el testimonio grabado de Montero.
“A él le dieron ocho guardias una entrada a golpes grandísima, simple y llanamente porque sus hermanos cumplían aniversario de fallecimiento, uno en septiembre y otro en octubre. Yo tengo tres hijos muertos, yo soy su mamá. Y mi hijo le dijo que en esos días se sentía muy mal, que no le hicieran la inspección esa que le hacen”, denunció la madre de Salazar Montero.
Acorde a su testimonio, los guardias de la prisión de máxima seguridad Kilo 8, ubicada en Camagüey, consideraron su petición como un motivo para golpearle salvajemente, violando los derechos que le asisten como recluso.
“Como mi hijo se negó a que le hicieran eso, le dieron una entrada a golpes. Cuatro guardias. La prisión de Kilo 8. Camagüey. Máxima seguridad, régimen especial, la 26. Puedes imaginarte, cuatro hombres militares darle golpes a un muchacho que está ya enfermo, con miles de problemas de salud, que no puede defenderse”, insistió la desesperada madre.
A pesar de no quedar claro en su testimonio el número de los agresores ni las circunstancias en que sucedió la golpiza, el OCDH incluyó en su video de denuncia una imagen de la víctima tras la golpiza, dejando ver heridas en la parte delantera del torso de Salazar Montero.
“Todavía se puede mirar la espalda, es como los esclavos de antes. Como si hubiese sido azotado. Yo vine destrozada, destruida. Yo soy hipertensa, diabética, arrítmica… tengo todo tipo de padecimientos. Más el sufrimiento que me ha costado con lo que estoy pasando con él. Ahora, después que le dieron la paliza, lo acusaron”, indicó la madre del recluso.
Montero aseguró que es una mujer “sola, enferma, sin vivienda, sin trabajo, ni entrada económica”, que pasa grandes dificultades para visitar a su hijo en prisión. “Hacía nueve meses que no podía ir a verlo”, afirmó.
Por su parte, el OCDH no ofreció más detalles sobre este caso. Al momento de redactar esta nota, se desconoce el parte de lesiones sufridas por el reo ni su evolución y estado de salud actual.
La ONG, dedicada a la defensa de los derechos humanos y sus defensores en Cuba, se ha hecho eco en anteriores ocasiones de casos de abusos y torturas cometidas por funcionarios de prisiones en la Isla.
En enero de este año, un preso enfermo denunció agresiones y falta de atención médica en el penal cubano del Guayabo, en la Isla de la Juventud. “Luis Alfonso Montero, en la prisión del Guayabo, es enfermo con problemas mentales y epilepsia, el denuncia ser agredido violentamente por parte de las autoridades de la prisión, además de que se le negara la atención médica”, expuso en Twitter el OCDH.
En diciembre pasado, el preso político Fernando Vázquez Guerra, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue internado en el hospital de la Prisión de Kilo 8, en Camagüey, tras 12 días en celda de castigo, de acuerdo con una denuncia de su esposa. difundida por el OCDH.
Anisia Manresa, esposa del opositor, informó que su cónyuge, sentenciado a un año y medio de privación de libertad en la prisión de Kilo 7 por supuestas acusaciones iniciales de "desacato" y "resistencia", fue llevado a la enfermería del reclusorio donde cumple condena con fiebre alta, después de haber salido de una celda de castigo.
En febrero pasado, el OCDH identificó al menos 340 acciones represivas contra activistas, opositores y periodistas independientes. Del total de denuncias hechas desde Cuba, al menos 115 fueron detenciones arbitrarias, de acuerdo con los datos publicados por la ONG, con sede en Madrid.
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