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Los hijos de una anciana judía secuestrada por Hamás pidieron al gobierno y mandos militares de Israel que no destruyeran Gaza, ante el temor de que su madre pueda morir durante las acciones militares.
Se trata de Ditza Heiman, una anciana israelí de 84 años que fue secuestrada en su casa en el kibbutz (comuna agrícola israelí) de Nir Oz y llevada a la Franja de Gaza por terroristas del grupo fundamentalista Hamás durante su sangrienta incursión del sábado pasado.
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“Mi madre, de 84 años, fue tomada como rehén. También en su nombre suplico: no destruyáis Gaza”, dijo en X el editor del diario francés Le Monde, Benjamin Barthe, hijo de Ditza Heiman.
En un artículo publicado en Haaretz, Neta Heiman, hija de la anciana, definió a su madre y sus vecinos en el kibutz como “gente de paz… gente que creía que hay seres humanos con derechos también al otro lado de la valla fronteriza”.
Al igual que su hermano, la periodista hizo un llamamiento a las autoridades israelíes para que no destruyan la Franja de Gaza y relató el horror de los primeros momentos tras perder la comunicación con su madre, así como la angustia de los días siguientes al enterarse de que estaba secuestrada por las milicias de Hamás.
“Desde este lugar aterrador en el que nos encontramos ahora, llamo al gobierno que se levantará cuando termine la pesadilla y le digo: No destruyáis la Franja de Gaza; eso no ayudará a nadie y sólo provocará una ronda de violencia aún más feroz la próxima vez”, dijo Neta Heiman en las páginas del diario, cercano a posiciones de la izquierda política de Israel.
Acorde a su relato, la anciana consiguió pedir “auxilio” a un vecino antes de ser raptada por sus captores. El hombre salió con un arma a defenderla, pero la superioridad en el número de terroristas le hizo desistir del intento.
Una llamada hecha al teléfono de su madre ese mismo día confirmó sus temores. “Llamé al teléfono de Ima y alguien con acento árabe respondió, diciendo [en inglés]: Es Hamás, es Hamás”, relató otra hija de la mujer. Luego de eso, nada, ninguna noticia.
“Hay un vídeo de Savta en la página de Facebook de Hamás”, le dijo el martes por la mañana un sobrino a la periodista. Según Heiman, las imágenes confirmaron lo que había dicho el vecino. Su madre aparece ilesa mientras la suben a una camioneta.
Mientras tanto, con la guerra ya desatada, la familia denunció que ningún organismo oficial se comunicó con ellos, hasta que en la noche del martes reciben la llamada de un representante del ejército que les informa que su madre “ha sido secuestrada”.
“Estoy enfadada con la gente despreciable que secuestró a mi madre y masacró a decenas de civiles, perpetrando un pogromo en su kibutz. Estoy furiosa, por supuesto, con Hamás, con la Yihad Islámica Palestina y con Irán, todos aquellos que enviaron a esta gente a matar, saquear y tomar rehenes”, afirmó la periodista.
Pero también dijo estar enfadada “con el gobierno israelí” al que acusó de haber hecho “todo lo posible para agravar la situación en la zona fronteriza de Gaza” durante el último año. “Pero más allá de todo lo anterior, estoy enojada con todos los gobiernos israelíes desde el año 2000 que no han hecho absolutamente nada para intentar poner fin a este terrible conflicto”.
Para Neta Heiman, “cuando llegue el momento de negociar un alto el fuego, [habrá que] aprovechar ese momento para lograr también un acuerdo entre las dos partes. No un ‘acuerdo’, sino un verdadero acuerdo de paz”.
“La historia ha demostrado que es posible”, dijo la también activista de la ONG Women Wage Peace, recordando la paz alcanzada con el vecino Egipto tras la guerra de Yom Kippur.
En fechas recientes se conoció la historia de Raquel, una mujer del kibbutz de Ofakim que estuvo secuestrada en su casa por milicianos del grupo de Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) durante casi un día completo.
Raquel colaboró en secreto con la policía de Israel para que pudieran atrapar a los terroristas y la liberaran. Entre las fuerzas policiales que intentaban rescatar a la mujer estaba su propio hijo que le pidió que mantuviera la calma y colaborara con discreción.
El gobierno de Israel se declaró en estado de guerra este domingo como respuesta a un sorpresivo ataque que sufrió el sábado en su territorio, por fuerzas del grupo islamista Hamás.
La reacción de Israel se intensificó durante la pasada semana con bombardeos contra la Franja de Gaza. Además impusieron restricciones a la entrada de suministros, alimentos y combustible en Palestina.
El conflicto deja hasta el momento miles de víctimas mortales en ambos bandos y muchos analistas alertan que las consecuencias podrían ser mayores si otros estados se suman a la guerra.
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