Gaviota niega prohibición de reservas a cubanos en hoteles

En un comunicado, el grupo hotelero perteneciente a GAESA afirmó que todos sus clientes tienen derecho al disfrute de sus servicios e instalaciones, independientemente de su nacionalidad.

Hotel Angsana Cayo Santa María © Facebook / Gaviota Hoteles - Cuba
Hotel Angsana Cayo Santa María Foto © Facebook / Gaviota Hoteles - Cuba

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Este artículo es de hace 1 año

Una carta que circula por redes sociales con el membrete del Hotel Angsana Cayo Santa María, y que informa a sus trabajadores que los cubanos ya no podrán hospedarse en sus instalaciones, causó indignación entre muchos usuarios y provocó un desmentido oficial del grupo hotelero Gaviota.

“El Grupo de Turismo Gaviota desea desmentir categóricamente los rumores que circulan en redes sociales sobre la limitación de entrada de clientes nacionales a nuestras instalaciones. En el Grupo Gaviota creemos firmemente que todos nuestros clientes independientemente de su nacionalidad, tienen derecho al disfrute de nuestros servicios e instalaciones”, indicó la empresa turística en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en su sitio web.


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Captura de pantalla / gaviota-grupo.com

El texto de la misiva -que aparece firmado por la directora de Ventas y Marketing del hotel, Debbie Gómez Luna-, informó de “una nueva política para la venta de habitaciones en nuestro establecimiento”, en la que los turistas cubanos quedan excluidos de sus servicios.

A partir del 10 de junio del 2023, indicó la carta de la directiva, “nos vemos en la necesidad de cerrar las ventas a clientes de nacionalidad cubana en nuestra instalación, por lo que se solicitará el pasaporte de forma estricta a todos los clientes al momento del check-in”.

Twitter / @MGVivero

“Queremos hacer hincapié en que esta medida no se debe a una cuestión de discriminación, sino a políticas y reglas de nuestros propietarios que debernos acatar”, precisó la directora de Ventas y Marketing del Hotel Angsana Cayo Santa María.

Ubicado en cayo Las Brujas, en la provincia de Villa Clara, el hotel fue inaugurado en octubre de 2018 con categoría cinco estrellas solo para adultos. La instalación, que opera en la modalidad de todo incluido, posee 252 habitaciones y está gestionado por la compañía Banyan Tree, un grupo hotelero multinacional de Singapur que también lleva en Cuba el Hotel Dhawa Cayo Santa María.

Regresa la exclusión de los cubanos en hoteles de la propia Cuba. Una humillación que creímos superada. La carta de abajo se filtró y anda circulando. Esta información la confirmé con varias fuentes que trabajan en el sector hotelero. Cubanos fuera, otra vez. Una vergüenza”, dijo en Twitter el periodista independiente cubano Maykel González Vivero.

Según el documento filtrado, los empleados del hotel deberán “comprobar cuidadosamente la nacionalidad” de sus clientes. “En caso de que se filtre algún cliente cubano en la reserva, nos veremos en la lamentable necesidad de negar su entrada al hotel y cancelar su reserva de manera inmediata, sin costo adicional. Esta medida no es negociable”, concluyó la directiva.

Sin embargo, el grupo Gaviota –perteneciente al Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), en poder de los militares y dirigentes del régimen cubano- salió este lunes a desmentir el contenido de la carta y reafirmar su compromiso “con un turismo inclusivo y de calidad”.

“Nos comprometemos a proporcionar una vivencia turística inclusiva y enriquecedora para todos nuestros huéspedes, sin excepción. El esparcimiento sano y de calidad es un derecho para todos nuestros clientes y una premisa para nuestro grupo”, señaló Gaviota en su aclaración.

Una discriminación encubierta

En noviembre del pasado año el medio independiente Cubanet indagó sobre supuestas prohibiciones de entrar a los cubanos, denunciadas en redes sociales por ciudadanos que afirmaron haber sido víctimas de esta política discriminatoria.

El portal de noticias investigó el tema y confirmó que entre las excusas más recurrentes para impedir que los cubanos reserven o disfruten de algún servicio están: "Estamos a tope", "esperamos una delegación muy grande", "solo estamos atendiendo huéspedes", "no quedan capacidades", "estamos celebrando una boda".

"Que no exista la prohibición no quiere decir que no esté ocurriendo, pero además es de conocimiento del Gobierno", dijo por su parte un funcionario del MINTUR al citado medio.

Incluso en las cafeterías de estas instalaciones los dependientes dicen que "el servicio es solo para huéspedes", detalló el portal independiente.

El MINTUR y las empresas hoteleras, tanto extranjeras como las nacionales, no se pronunciaron oficialmente al respecto, pero un funcionario de esa cartera dijo bajo condición de anonimato que "hasta el momento no existe prohibición alguna emitida por la institución gubernamental, pero varios establecimientos, de modo individual, han emprendido acciones con el objetivo de evitar pérdidas al comercializar sus servicios en pesos cubanos".

Trabajadores de hoteles como el Nacional, Capri, Manzana Kempinski, Grand Aston, Paseo del Prado y Grand Packard reconocieron que sus instalaciones "están obligadas a comercializar un mínimo de servicios en pesos cubanos, para clientes nacionales", pero "no resulta rentable comercializar en pesos cubanos, a una tasa de cambio poco realista, muy inferior a la del mercado informal".

Los convenios con operadores extranjeros orientan comercializar servicios para nacionales en pesos cubanos, pero, como responden a objetivos estrictamente políticos, no han sido cumplidos por la parte cubana. Al parecer, el régimen de La Habana se habría comprometido a abonar en divisas los montos recaudados en moneda nacional, de acuerdo con una tasa de canje fija convenida con anterioridad, pero no ha pagado.

Uno de estos directivos extranjeros, representante de uno de los hoteles con más denuncias, dijo a Cubanet que "hay una deuda acumulándose y, como nos han comunicado (el banco cubano) en varias ocasiones, no es posible liquidar por el momento".

"No se trata de discriminar a los cubanos, para nada (…). Mi esposa es cubana, es una medida de protección, porque de no hacerlo terminaríamos cerrando (…), se le ha pedido al Gobierno actualizar el acuerdo, pero hasta el momento no hay respuesta; tampoco hemos podido ajustar precios a un tipo de cambio similar al de la calle porque estamos esperando respuesta (…), hoy nuestros precios, aunque son altos, están muy por debajo de los precios de cualquier paladar (restaurante privado) de La Habana. La gente ha hecho sus cuentas. Nosotros también, y no es negocio", argumentó.

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