Tabacaleros de Pinar del Río incumplirán plan de siembra

Se justificó la crisis con el paso del huracán Ian por el occidente cubano.

Tabacaleros en Pinar del Río © Granma / Ronald Suárez Rivas
Tabacaleros en Pinar del Río Foto © Granma / Ronald Suárez Rivas

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Este artículo es de hace 1 año

Los tabacaleros de Pinar del Río incumplirán el plan estatal y sembrarán menos de la mitad de las 11,200 hectáreas que se proyectaron, preparándose para tener la campaña "mas pequeña de la historia".

El Grupo Empresarial Tabacuba, que dirige Marino Murillo Jorge, reconoció que a menos de una semana que termine la etapa de siembra, se habían plantado 5,150 hectáreas, algo sin precedentes en la provincia más occidental de Cuba.


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La principal razón de esta debacle es el paso del huracán Ian, que arrasó con Pinar del Río en septiembre del pasado año y destruyó más de 10 mil casas de cura (el 90 % del total existente), a solo tres semanas de comenzar la campaña, según el periódico oficialista Granma.

Tras el paso de Ian, decidieron reajustar el plan en dos ocasiones, se dejó la cifra en 5,777 hectáreas, extendieron el cronograma de siembra por casi 50 días, y ni aún así han sido capaces de alcanzar la meta.

De los más de 4,500 campesinos que se comprometieron a sembrar el tabaco, unos 1,100 no han podido iniciar y la mayoría no lo harán, declaró Osvaldo Santana Vera, coordinador del grupo Tabacuba en Pinar del Río.

Los campesinos se encontraron con un déficit de madera para construir las casas de cura que necesitan y por el momento quedan más de mil por levantarse, de las 3,977 que se necesitan para esta campaña.

Ni el directivo ni la prensa oficial cubana mencionaron otros temas como el acceso a fertilizantes, la preparación de las tierras o las condiciones de los semilleros.

A inicios de marzo, el ministro de Agricultura, Ydael J. Pérez Brito, reconoció que habían utilizado el fertilizante del tabaco para la campaña de papa en Pinar del Río, aunque no abundó en detalles de las consecuencias que pudo tener esa medida en la producción de la solanácea.

El productor cubano Hirochi Robaina, heredero de una tradición tabacalera inigualable, recuperó sus vegas tras el paso de Ian, lo que calificó de un milagro.

Gracias a un vecino que le prestó una casa para secar las hojas, un poco de fertilizantes y semillas guardas y el empeño de muchos, sus plantas tienen más de un metro de altura, según contó a la agencia AP.

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