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Residentes en la barriada del Vedado, en La Habana, denunciaron este domingo que esperan una solución para el “río de aguas negras” que se extiende desde 19 y K hasta Línea y L desde hace meses.
“Hoy celebramos otro mes del río de aguas negras que corren desde 19 y K hasta Línea y L. Seguimos esperando la solución”, escribió un internauta en el grupo de Facebook “El Vedado de hoy”.
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El ciudadano acompañó su publicación con varias fotos que evidencian la contaminación en ese populoso barrio habanero a lo largo de varias calles.
Al parecer, la situación se ha prolongado desde hace algún tiempo pues se trata de otro mes en que continúa el desbordamiento.
Según contó a CiberCuba el fotorreportero y vecino del Vedado Pedro Luis García, en repetidas ocasiones se han reportado estos casos de aguas albañales a través de las redes sociales.
Al día siguiente de la denuncia, explicó, acude al sitio un camión de Aguas Negras perteneciente a la Empresa Aguas de La Habana y arreglan el vertedero, pero a los seis meses regresa el problema.
En la sección de comentarios del post, algunos ciudadanos indignados se preguntaron si habría que creer entonces en los spots de la televisión “promoviendo cuidados para la salud”.
“Qué incongruencia”, dijo alguien, en un contexto donde la situación epidemiológica se agrava por los vertederos de basura y los derrames de aguas negras donde se incrementa la proliferación del mosquito Aedes aegypti.
No se trata, sin embargo, del único caso de salidero en el Vedado, que sucumbe ante la desidia de las autoridades, quienes no ofrecen una solución definitiva a estas situaciones que constituyen un peligro para la salud.
También este fin de semana trascendió que desde la residencia estudiantil universitaria situada en F y 3era, las aguas sucias y fétidas llegaron hasta el estacionamiento de un edificio donde contaminaron el agua potable de su cisterna, según comprobaron en un análisis epidemiológico.
El olor fétido de estos derrames abunda en muchas calles del Vedado y cada vez son más constantes las quejas de la población que debe transitar y vivir cerca de los salideros.
Varias familias viven entre aguas albañales. En una casa de ese mismo barrio habanero, sus habitantes han tenido que colocar ladrillos para hacer una especie de pasarela por donde pasar sin ensuciarse los zapatos, porque las autoridades no responden a sus reclamos para que solucionen el caso.
La desidia del gobierno y la falta de coordinación de las instituciones responsables del saneamiento en las ciudades contribuyen a un panorama deplorable donde barrios enteros quedan sumidos por desechos de aguas sucias y basureros.
La inacción del gobierno ante situaciones semejantes es un síntoma del estado de deterioro de un país en crisis.
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