La Feria Latina en Toronto de este domingo se convirtió en un escenario más del enfrentamiento que la sociedad civil cubana protagoniza para denunciar al régimen totalitario de Cuba al grito de Patria y Vida.
El consulado general de Cuba en Toronto participó por vez primera en dicha feria que se celebra en la ciudad canadiense con el apoyo del Ministerio de Patrimonio de Canadá, de la Ciudad de Toronto y de los Consulados de América Latina en Toronto; todo un escaparate cultural que el régimen aprovechó para promocionar el turismo en la isla.
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Además de promocionar Cuba como “destino turístico seguro”, los diplomáticos cubanos y partidarios del régimen aprovecharon para lanzar sus habituales campañas propagandísticas pidiendo el fin del “bloqueo” estadounidense.
El día transcurría sin grandes sobresaltos, hasta el momento en que la orquesta Sol de Cuba subió al escenario y -antes de empezar su actuación- integrantes de la agrupación gritaron Patria y Vida ante un auditorio en el que había varios funcionarios y partidarios del régimen cubano.
“La Feria avanzaba a todo dar, era un derroche de emociones quizás como mismo lo habían previsto algunos de sus organizadores y digo algunos porque dentro de ellos estaba el consulado cubano en Toronto que rifando y vendiendo hoteles (porque ya Cuba no tiene otra cosa que vender) llevaban consigo camisetas con frases politizadas y provocadoras”, relató el joven exiliado cubano, identificado en redes sociales como Adrián Guerrero.
Una publicación suya en Facebook indicó que “las camisetas hacían referencia al mensaje de Abajo el Bloqueo de EE.UU a Cuba”. El joven, como otros cubanos asistentes a la Feria, se sintió molesto con la promoción de “una Cuba disfrazada para cubrir la verdadera vida del pueblo cubano que ni derechos tiene ni salario que le alcance para visitar uno de esos hoteles que formaban parte de la triste rifa”.
Bajo el título de “"El arte y la cultura se expresan desde la libertad”, el joven activista relató lo que sucedió en el evento. “Al parecer mi indignación no fue la única”, señaló Guerrero, quien se identificó con lo que sucedió a continuación en la feria.
“Fue cuando anunciaron el cierre de la feria con el grupo cubano: SOL DE CUBA. Con estos grandes hijos de Cuba descubrí que no fui el único incómodo con tanta mentira y distorsión en dicha feria, pues uno de sus integrantes, antes de empezar a cantar, arrancó con una frase inmortal que cambió el curso de la historia y despertó las conciencias a nivel mundial: PATRIA Y VIDA”, describió.
Según el joven, “eso fue como una dinamita que solo ofendió a los 9 o 10 representantes del PCC que de seguro escasamente apoyaron la feria, y que además aprovecharon el evento como una feria de turismo para vender hoteles cubanos, en vez de arte y cultura”.
Imágenes compartidas en redes sociales dieron cuenta del rifirrafe que se montó entonces en la Feria Latina en Toronto. Funcionarios del consulado cubano y simpatizantes del régimen interrumpieron la actuación de los músicos en un evidente estado de alteración y con la acostumbrada “efervescencia revolucionaria” de la diplomacia cubana, rayana con el chancleteo.
“¿Como es posible que el comité organizador no se haya percatado de este detalle? ¿Acaso vender una habitación de un Hotel es una expresión artística? ¿Cuba no tiene platos típicos? ¿no tiene pintores? ¿no tiene artesanos? ¿no tiene danza? ¿no tiene vestuarios o al parecer no tiene cantantes?”, se preguntó Guerrero. “¿Acaso los organizadores de la feria no saben que Cuba es una dictadura? ¿No ven, ni leen las noticias que a diario inundan las redes sociales?”, cuestionó.
Por su parte, el consulado reseñó que “la Asociación de Cubanos Juan Gualberto Gómez junto a algunos miembros de la solidaridad, y amigos de Cuba acompañaron y apoyaron en todo momento a la representación del Consulado en la Feria”.
“Conclusiones: la feria cerró sin la presencia de la música cubana por culpa de los ofendidos (la mafia terrorista del PCC), que no tienen disciplina de audiencia y que tenían la opción de estar, como no estar allí, de aplaudir o no la presentación del grupo. No hubo música, pero prevaleció la libertad y los derechos”, concluyó el joven.
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