Vídeos relacionados:
El interferón que el ejército de Sudáfrica compró por más de 16 millones de dólares a Cuba para atenuar la crisis sanitaria del coronavirus entró a ese país como mercancía de contrabando, según develaron las investigaciones de la propia institución armada.
“Descubrieron que el primer envío se introdujo a través de la aduana, por alguna razón pasó por la aduana, pero que este envío se introdujo a través de una subsidiaria de Armscor, AB Logistics; que el segundo y tercer envío nunca fueron autorizados”, dijo la ministra sudafricana de Defensa, Thandi Modise.
Lo más leído hoy:
En declaraciones recogidas este miércoles por Mail & Guardian, la ministra calificó la operación como una irregularidad, a pesar de estar el asunto todavía bajo investigación. “Se trata de un asunto turbio que iremos aclarando, pero ese cargamento se ha introducido de contrabando y nosotros mismos nos oponemos a eso”, indicó.
“Hemos discutido este asunto con el jefe de defensa. Le he dado instrucciones para que tome las decisiones pertinentes”, dijo Modise en sesión informativa ante el comité parlamentario de defensa y veteranos militares, subrayando las órdenes dadas al jefe de la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica, el general Solly Shoke.
Las afirmaciones de la ministra se basan en los hallazgos de un informe redactado por el exinspector general de inteligencia Zolile Ngcakani, el exdirector general de la presidencia Cassius Lubisi y el exjefe de la Agencia Nacional de Inteligencia Billy Masetlha, en el cual se recogen evidencias de que el Heberon comprado a cuba fue introducido de contrabando en el país.
Adquirido de forma irregular por la institución armada sudafricana, el fármaco fabricado en Cuba iba a ser destinado, supuestamente, a proteger al ejército en los primeros días de la pandemia de Covid-19, una preocupación que la ministra no criticó, pero sí el procedimiento seguido.
“Queremos decir que, aunque admiramos a la defensa por tratar de hacer lo correcto para traer lo que era iban a asegurar sus tropas, lo hicieron de la manera equivocada”, expresó Modise, quien a finales del pasado año dijo que el cargamento de interferón, por valor de 260 millones de rand (17,7 millones de dólares), debía ser devuelto a la isla caribeña o destruido por encontrarse próximo a su fecha de vencimiento.
Aunque el motivo del ejército era protegerse de la pandemia, aseguró la ministra, la institución tenía que haber actuado dentro de la ley. Mucho más cuando la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (Sahpra) no aprobó el uso del medicamento cubano contra el coronavirus, alegando la falta de ensayos médicos. A pesar de ello, los militares lo introdujeron en el país en 2020 a través de la base de la fuerza aérea de Waterkloof .
La auditoría general sobre el asunto encontró que, no solo la adquisición de la droga había sido irregular y equivalía a un gasto infructuoso, sino que esto también se aplicaba a la totalidad del proceso, incluyendo la violación de la constitución y los reglamentos de hacienda en lo referido al acuerdo bilateral firmado desde 2012 con Cuba en el marco de la llamada “Operación Examplesane”.
Asimismo, Modise confirmó que, dada la escasez del medicamento manifestada por Cuba, Sudáfrica planeaba acceder a una solicitud urgente de La Habana de unos 500,000 viales, poco más de la mitad del número que ingresó al país, que las autoridades cubanas se comprometen a reponer en el futuro.
“Se acercaron a nosotros para pedirles un préstamo porque tenían una necesidad”, dijo la ministra, pero Sudáfrica no podía aceptar la devolución sin la correspondiente aprobación regulatoria. Esta vez, señaló Modise, “tendremos que hacer lo correcto, obtener las autorizaciones correctas con Saphra, trabajar en conjunto con el departamento de salud, de modo que cuando vuelvan a ingresar los viales que hemos pagado, todos los procesos estén autorizados”.
Mientras tanto, las autoridades sudafricanas siguen adelante con sus investigaciones sobre lo sucedido, que se suma a otras decisiones polémicas del gobierno de Cyril Ramaphosa, como la donación de más de tres millones de dólares que se discutió fuertemente en el parlamento del país africano.
“Una vez que has tenido una investigación como esa, comienzas a mirar todas las demás cosas, ya sea que estén estrictamente relacionadas con este asunto que estás investigando o no”, dijo la ministra de Defensa.
Las relaciones entre los gobiernos de Sudáfrica y Cuba se estrecharon durante la pandemia del COVID-19, suscitando un cúmulo de interrogantes alrededor de los casi 100 millones de dólares invertidos por el país africano en concepto de acuerdos bilaterales con la isla.
Desde brigadas de médicos y especialistas para combatir la pandemia, hasta ingenieros hidráulicos y mecánicos militares, Cuba ha exportado servicios y bienes a la nación africana desde que el coronavirus hizo acto de aparición como una pandemia que el régimen cubano ha querido aprovechar para vender productos farmacéuticos y propaganda.
Archivado en: