Archipiélago denuncia intento de suplantación de la identidad de la plataforma con fines maliciosos

El equipo de moderadores de la plataforma Archipiélago denunció este lunes un intento de suplantación de la identidad de este proyecto de la sociedad civil cubana, hecho por individuos ajenos al diálogo entre activistas y que persiguen fines maliciosos.

“En los últimos días el Equipo de Moderación ha conocido que existe un grupo en Facebook denominado Archipiélago Cubano. Tal grupo no guarda relación con nuestra Plataforma”, denunciaron los activistas en redes sociales.

Aclarando que sus espacios en Facebook y en Telegram se denominan Archipiélago -al igual que la página web oficial-, los moderadores advirtieron que “cualquier otro espacio en Facebook, que use nuestro nombre o similares, no corresponde a ningún canal informativo o de debate de la plataforma”.

En ese sentido aclararon que su grupo de debate se llama Ágora y que en Twitter la plataforma está registrada como @ArchipielagoCU. “Solicitamos a los ciudadanos máxima precaución con estos intentos de suplantación”, indicaron los moderadores en un tuit, al tiempo que agradecieron la implicación de todos los seguidores “en este proyecto cívico para construir Cuba”.

Frente a las maniobras del régimen cubano para desviar la atención y sembrar la confusión entre los activistas de la sociedad civil, los moderadores de la plataforma Archipiélago intentan llevar adelante su proyecto con la mayor transparencia posible, ofreciendo todo tipo de datos sobre su composición, tal y como hicieron este lunes en un post publicado en Facebook.

“El proyecto Archipiélago, con más de 33 mil personas en su plataforma de Facebook, les comparte hoy información sobre su equipo de coordinación... un grupo diverso de cubanos de diferentes tendencias políticas pero unidos en la construcción de una República democrática”, expusieron los moderadores, compartiendo información sobre el equipo de coordinación.

Un equipo que, según hicieron público, está conformado por 29 ciudadanos cubanos de varias provincias del país, 10 de los cuales se encuentran en el exterior; y en el cual, las mujeres representan el 41% del total de miembros.

“Las decisiones dentro del equipo de Coordinadores de Archipiélago se toman por consenso mayoritario... el pluralismo y la diversidad de opiniones es nuestra mayor riqueza”, manifestaron los moderadores de la plataforma.

En un video hecho público a través de Twitter, el coordinador de Archipiélago, David Alejandro Martínez Espinosa, declaró que el creador del grupo de Facebook que intenta suplantar la identidad de la plataforma es un tal Rogelio Enrique Bolufé Izquierdo, un individuo con un pasado rocambolesco, según sus propias declaraciones en medios de comunicación.

A una semana de la realización de la Marcha Cívica por el Cambio del 15N, la plataforma ciudadana alertó al mundo de la violencia que se ejerce sobre los promotores de las manifestaciones y ciudadanos dispuestos a acompañarlos.

En una carta abierta a la Comunidad Internacional, la plataforma señaló que “las autoridades han desatado una feroz campaña de amenazas, intimidación y coacción contra los promotores, y contra toda persona que declare públicamente su apoyo a la iniciativa”.

“No satisfechas con la intimidación, las autoridades no han tenido reparos en incitar al odio y a la violencia a la ciudadanía”, expresaron los moderadores, subrayando que el régimen cubano “está estimulando que los partidarios del gobierno reduzcan, a través del uso de la fuerza, a los manifestantes pacíficos este 15 de noviembre”.

Asimismo, indicaron que “a la ciudadanía que manifieste su descontento con el gobierno se le amenaza con expulsiones laborales, intimidación en sus entornos afectivos, linchamientos en la televisión nacional, prisión y severas sanciones”.

A las campañas de odio y difamación en medios de comunicación públicos, y las legiones de “trolls” que movilizan por las redes sociales, popularmente conocidos como “ciberclarias”, se suman ahora nuevos canales de intoxicación y desinformación de la opinión pública para desarticular a la sociedad civil que, de manera creciente, se organiza y actúa exigiendo libertad y el derecho a tener derechos.