Roban señales de evacuación en Baracoa presuntamente para hacer mesas de dominó

De acuerdo con informaciones no oficiales, las señalizaciones también habrían sido empleadas en soportes para chapas de automóviles.

Instalación de señales de evacuación en Baracoa (imagen de referencia). © Facebook / Centro de Riesgo Defensa Civil Baracoa
Instalación de señales de evacuación en Baracoa (imagen de referencia). Foto © Facebook / Centro de Riesgo Defensa Civil Baracoa

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Este artículo es de hace 3 años

Funcionarios de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, revelaron el robo de unas 13 señalizaciones de evacuación hacia zonas seguras en caso de tsunami, instaladas en esa localidad con fines preventivos.

Enrique Diego Arango Arias, del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), dijo que las pancartas con señales formaban parte de un sistema para dar indicaciones a la población ante la posibilidad de un maremoto, y lamentó que las mismas ya no existieran. Fueron colocadas el año pasado por el Centro de Gestión de Riesgos y Reducción de Desastres de Baracoa, en colaboración con otros organismos.


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Por su lado, Carlos Cordero Rodríguez, jefe del Órgano de la Defensa Civil de Baracoa, confirmó la sustracción de las 13 señalizaciones y la pérdida de otras, además de comentar sobre los posibles destinos de los avisos.

“El 16 de noviembre de 2020 fue presentada la denuncia número 9822, por la sustracción de 13 de esas señalizaciones y destrucción de otras tantas, hecho que permanece sin esclarecer. Son pancartas gigantes de un material plástico resistente de cuatro a cinco milímetros de espesor que, según informaciones informales, han ido a parar a mesas de dominó y soportes para chapas de autos, entre otros destinos. Nada que ver con su importante misión”, apuntó.

Cordero Rodríguez también expuso que las sirenas de aviso temprana instaladas en el territorio, , en la Dirección Municipal de Salud, la unidad empresarial de base Baramar, el policlínico Fermín Valdés Domínguez y los hoteles El Castillo y Porto Santo, “no funcionan porque llegaron sin las baterías de recarga”.

Tales aclaraciones se producen luego de que el pasado 10 de junio, una falsa alarma de tsunami corriera por Baracoa, provocando el caos en la población de la Villa Primada de Cuba, a pesar de los intentos de los funcionarios locales por desmentir el aviso.

El intendente de Baracoa, Norges Rodríguez Delgado, declaró a la prensa oficialista cubana que el pánico se desató ese jueves, al correr de voz en voz el anuncio de un maremoto en los consejos populares La Reforma, La Asunción y Playa-Turey.

Según Rodríguez, unas mil personas salieron en estampida hacia zonas altas de la localidad, y varias tuvieron que ser asistidas en centros de salud por descompensación de la presión arterial y dolor precordial, incluidas mujeres en avanzado estado de gestación.

“El hecho demostró que estamos obligados a entrenar más a nuestra población para que se apegue a las fuentes oficiales de información, y que se familiaricen con las señales de aviso y números telefónicos con los que deben comunicarse antes de actuar”, dijo el intendente.

Hasta el momento, las autoridades no han podido esclarecer el origen del falso aviso. Las personas huyeron desesperadamente hacia Joa, en la parte alta, que además se encuentra clausurada por ser uno de los focos de contagio de coronavirus en el territorio. Al llegar en estampida, rompieron incluso las cintas de seguridad por el aislamiento.

Baracoa es una de las ciudades con mayor riesgo potencial de ocurrencia de tsunamis en Cuba. En las costas cercanas se encuentra un accidente marítimo de más de 50 kilómetros de ancho, conocido como Falla de la Española, que genera un intenso y rápido oleaje, cuya velocidad se incrementa por la ausencia de obstáculos en su trayectoria.

Sin embargo, en la historia del país no hay registros de afectaciones reales por tsunamis. En 1755, tras un terremoto de magnitud ocho en Lisboa, el Caribe fue afectado por grandes olas, pero al norte de las costas de Cuba solo llegaron marejadas pequeñas.

El 12 de enero de 2010, a raíz del terremoto con magnitud siete en la escala de Richter que estremeció a Haití, el Estado Mayor de la Defensa Civil de Cuba decretó una alarma por tsunami para Baracoa.

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Maykel González

Periodista de Cibercuba. Graduado de Periodismo por la Universidad de La Habana (2012). Cofundador de la revista independiente El Estornudo.


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