Más de 20 ciudadanos indios que se encuentran en Cuba dieron positivo al coronavirus en las últimas 24 horas.
Se trata de 23 trabajadores del sector de la construcción que laboran en la Isla y residen en el municipio Regla, en La Habana. Otros 114 permanecen aislados en espera de la confirmación del test.
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Del grupo de constructores indios, el más joven tiene 26 años y el mayor, 59 años.
Todos son hombres y la fuente de su infección es conocida. De hecho, al momento de confirmarse el virus ya estaban ingresados, según informó en conferencia de prensa el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
El experto dio a conocer que el martes se procesaron en el país 7 939 muestras, de las cuales 73 resultaron positivas, para un acumulado de 4 876 contagios desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado.
La Habana fue la provincia que registró más casos, con 47 en total. Regla fue el municipio más afectado –con 25 nuevos pacientes– precisamente por los constructores indios.
En este momento se encuentran ingresados 1 783 enfermos en Cuba. De esta cifra, 634 personas se mantienen como casos activos, que representan el 13 por ciento de los pacientes hospitalizados. De ellos, 617 tienen una evolución clínica estable, hay 12 pacientes graves y cinco críticos.
Desde 2016 comenzaron a llegar a Cuba ciudadanos de la India para laborar en obras constructivas del sector del turismo.
En julio de ese año la compañía francesa Bouygues Bâtiment International (BBI), a cargo de la edificación del hotel de la Manzana de Gómez, en La Habana, anunció la decisión de llevar unos 200 obreros de ese país para tratar de resolver las demoras en las obras –que según el programa debían concluir en octubre–, tras comprobar que con los trabajadores cubanos no podía lograr.
También se destinó mano de obra a otros dos hoteles situados en la capital y en Varadero.
Los trabajadores extranjeros cobrarían alrededor de 1 600 dólares al mes, “más de diez veces lo que cobran los cubanos”, según comentó entonces a la agencia Reuters un diplomático occidental que se mantuvo en el anonimato.
“Los trabajadores cubanos no son tan bien pagados, por lo que hay poca motivación” en ellos, precisó.
La Ley de Inversión Extranjera aprobada en 2012 permitió la contratación de personal extranjero. La legislación autoriza al Estado cubano a intervenir en las licitaciones con empresas extranjeras, lo cual le permite decidir en aspectos como el salario y la estimulación económica de los obreros nacionales.
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