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Los gobiernos de Cuba y Kenya mantienen silencio absoluto sobre los médicos cubanos Orlando Landy Rodríguez Herrera y Assel Herrera Correa, que permanecen secuestrados por la milicia yihadista somalí Al Shabab, desde hace trece meses.
Ambos ejecutivos justifican su mutismo en su apuesta por "una negociación discreta" con los secuestradores, que parece en punto muerto, pues apenas se habla de los dos médicos apresados por Al Shabab el 12 de abril de 2019, cuando ambos iban hacia su trabajo en el hospital de Mandera acompañados de escoltas armados, tras un tiroteo en el que murió uno de los policías que velaba por su seguridad.
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Rodríguez Hernández, cirujano de Villa Clara y Herrera Correa, médico general de Las Tunas; están prestando servicios a la población de la región somalí de Jubaland, controlada por Al Shabab, según líderes tribales de ambos países africanos que, hace un año, se reunieron con los secuestradores, que pidieron un millón y medio de dólares por ambos galenos, según la prensa keniana.
Desde el derrocamiento en 1991 del dictador Mohamed Siad Barré, Somalia es un país caótico, sin un gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
En marzo de 1978, tropas cubanas, comandadas por el General de División Arnaldo Ochoa Sánchez, derrotaron una invasión a Etiopía de las tropas de Siad Barre, que había expulsado al propio Ochoa de Mogadiscio, donde se desempeñaba como jefe de la asesoría militar cubana.
En una primera reacción al secuestro, el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal, afirmó que "se realizan todas las acciones posibles" para el regreso de los médicos secuestrados, y advirtió de que se trata de "un proceso complejo y que requiere tiempo y discreción para su éxito".
El portavoz del gobierno de Kenia, Cyrus Oguna, aseguró en enero que los médicos están bien, se negó a revelar su paradero para "protegerlos" y negó conocer la exigencia de un rescate millonario, matizando: "No, hasta donde yo sé".
"Queremos liberarlos vivos para que puedan reunirse con sus familias", dijo Oguna, que no pudo presentar una prueba de vida de ambos médicos, como exigieron periodistas de Kenia y corresponsales extranjeros acreditados en Nairobi.
El 9 de marzo, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla conversó por teléfono con la nueva ministra de Relaciones Exteriores de Kenya, Raychelle Omamo y con su predecesora, Mónica Juma, quien fue nombrada Ministra de Defensa.
El jefe de la diplomacia cubana, dijo en un tuiter, que ambas ministras kenyanas “aseguraron mantener esfuerzos para el retorno seguro de nuestros médicos".
Con otro tuiter, del 30 de diciembre de 2019, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dijo que habló con sus homólogos de Kenia, Uhuru Kenyatta, y Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, sobre "las gestiones para el regreso seguro a la patria" de los médicos, sin facilitar más detalles.
Un poco antes, la viceprimera ministra cubana, Inés María Chapman Waugh, afirmó -tras volver de Kenia, donde participó en una cumbre de los países ACP (África, Caribe y Pacífico)- que el gobierno keniano ratificó que los doctores "se encuentran bien", sin datos o pruebas de vida de los secuestrados.
Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa llegaron a Kenia, en 2018, como parte de un centenar de sanitarios cubanos para cumplir un convenio bilateral de venta de servicios médicos, en las especialidades de radiología, cirugía plástica, ortopedia, neurología y nefrología.
Como es habitual, el gobierno cubano no informa sobre los pagos que recibe en concepto de prestación de servicios médicos en el extranjero, aunque recientemente la prensa sudafricana reveló que Cuba cobrará a Sudáfrica el equivalente a más de 23 millones de dólares norteamericanos por atención a pacientes y asesoramiento epidemiológico frente al coronavirus.
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