La vida privada y las relaciones sentimentales del estelar pelotero Aroldis Chapman están en el foco de interés de los servicios de inteligencia de Cuba con tanto fervor como el que despiertan sus rectas supersónicas entre los fanáticos beisboleros de Grandes Ligas.
Según documentos clasificados del Ministerio del Interior (MININT) que obtuvo CiberCuba, el lanzador de los Yankees de Nueva York es considerado "objeto de interés" de la contrainteligencia cubana, y un expediente con sensible información personal fue abierto bajo su nombre en el llamado Programa Recolector en el 2015.
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Chapman, de 31 años, es actualmente el más exitoso lanzador cubano en Grandes Ligas. Tras su deserción de la selección nacional durante un torneo en Rotterdam, Holanda, en 2009, recibió un contrato de los Rojos de Cincinnati por $30.2 millones de dólares y pronto se impuso como un relevista cerrador de altos quilates, avalado por sus lanzamientos de más de 100 millas.
En 2017 el "Misil Cubano" -como popularmente se le identifica- llegó a un acuerdo con los Yankees por $86 millones y ha conseguido números espectaculares en la presente temporada, con 36 juegos salvados, 79 ponches en 53.2 innings lanzados y un promedio de carreras limpias de 2.35. Por su excepcional rendimiento durante el pasado agosto, el cubano se hizo acreedor de la quinta designación de su carrera como Relevista del Mes en la Liga Americana.
Al menos cuatro documentos con membrete de las direcciones de Inteligencia y Contrainteligencia del Ministerio del Interior (MININT), fechados entre 2015 y 2016, contienen información solicitada desde La Habana, y luego obtenida y enviada por un agente del régimen cubano en Estados Unidos.
Todas las páginas relacionadas con el caso de Chapman se refieren al Programa Recolector y aparecen con numeración timbrada al pie. Tres de los documentos aparecen con un sello de Confidencial en letras mayúsculas.
La documentación forma parte de un lote de expedientes clasificados que fueron cedidos por una fuente anónima con cientos de páginas y archivos multimedia, transferencias bancarias, contratos, correos electrónicos e información privada de personas de interés para el gobierno cubano. Entre esos materiales figuran también seis páginas acerca del funcionamiento interno, los registros operativos de aerolíneas y el acceso a áreas restringidas en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), revelados en un reportaje de CiberCuba, el pasado junio.
Este reportaje se integra a la serie especial #CiberCubaleaks: una filtración de documentos confidenciales de la Seguridad del Estado de Cuba.
Las indagaciones en torno a Chapman que precisan los documentos se enmarcan en una etapa inicial de contactos y negociaciones entre las Grandes Ligas (MLB) y la Federación Cubana de Béisbol (FCB), los cuales desembocarían en un acuerdo firmado en diciembre de 2018 para la contratación de peloteros residentes en la isla.
Las negociaciones bilaterales tardaron tres años y sus antecedentes se remontan a agosto de 2014, cuando el médico Antonio Castro Soto del Valle, hijo de Fidel Castro y ex vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol (IBAF), viajó a Estados Unidos para sostener conversaciones con representantes de las Grandes Ligas. Su visita coincidió con el colofón de los intercambios secretos de la administración de Barack Obama y representantes del gobierno cubano para normalizar las relaciones entre ambos países.
El acuerdo beisbolero estaba en sintonía con la política de acercamiento emprendida por la Casa Blanca. Las autoridades de la FCB llegaron incluso a hacer pública la primera lista de 34 jugadores con permiso para ser fichados por la MLB, pero el gobierno de Donald Trump lo canceló el pasado abril por entender que suponía una fuente de ingresos para el régimen cubano.
Lo que motivó particular interés del MININT sobre el lanzador fue un presunto incidente de violencia doméstica contra su novia en la vivienda que la pareja compartía en Davie, Florida, el 30 de octubre de 2015. El reporte policial sobre el hecho saltó a los medios dos meses después, cuando Chapman era considerado para un canje, finalmente abortado, entre los Rojos de Cincinnati y los Dodgers de Los Angeles.
Un documento con fecha del 10 de diciembre de 2015, elaborado por el Departamento de Control y Análisis de la Información de la Dirección de Inteligencia, recomendó iniciar expediente y fichaje de Chapman en el Programa Recolector, considerando los pormenores del incidente doméstico.
La sugerencia del MININT se produjo en vísperas de una histórica visita a Cuba de una delegación de Grandes Ligas en misión de buena voluntad para estrechar lazos entre ambas naciones, realizar clínicas de béisbol para niños y entregar una donación de $200 000 dólares. Entre los visitantes figuraron por primera vez peloteros cubanos considerados desertores como Yasiel Puig y José Dariel Abreu.
"Esa visita fue una maniobra de acercamiento para sortear a los peloteros cubanos en busca de consolidar las negociaciones en marcha con las Grandes Ligas", opinó el cronista deportivo Damián Delgado Averhoff, ex jefe de la sección deportiva de la revista Bohemia. "El gobierno cubano necesitaba mostrar una 'cara buena' de aceptación hacia los que habían escapado y utilizarlos para que impulsaran el acuerdo, que representaba un filón financiero considerable".
El acuerdo estipulaba que como tarifa de liberación la FCB recibiría el 25% de la bonificación por cada pelotero contratado, que a su vez pagaría al gobierno cubano un impuesto del 4% por sus ganancias en el extranjero. Ambas partes sostuvieron que la negociación cumplía con el propósito de combatir las operaciones de tráfico humano que lucraban con las fugas de los jugadores cubanos hacia las Grandes Ligas.
Delgado Averhoff considera que el interés gubernamental en Chapman responde a una jugada estratégica. "Chapman es la principal estrella de los peloteros cubanos en Grandes Ligas, el único que está haciendo números para el Salón de la Fama [de Cooperstown], y cualquier información sobre él puede resultar útil a los efectos de influir en decisiones de envergadura".
La recomendación de la oficina de inteligencia recuerda que Chapman actuó como "denunciante y testigo" en casos de tráfico humano procesados por la Fiscalía Provincial de Holguín, y valora que "pudiendo ser objeto de interés de la DCI [Dirección de Contrainteligencia]", sean utilizadas "todas las fuentes y canales pertinentes para la confección" del expediente.
Además, el reporte menciona como detonante del incidente doméstico el hallazgo de "mensajes de textos comprometedores en el teléfono celular de Chapman" por parte de la novia y supuesta víctima, la venezolana Cristina Barnea, de 22 años.
Pocos días después, el 22 de diciembre, la Oficina Jurídica de la DCI respondió a la dirección del organismo con la confirmación del expediente creado y las orientaciones específicas para ampliar los "datos de referencia".
Según el documento, consta en el expediente el informe de un colaborador, identificado como A.V. y cercano a la novia de Chapman, en el cual se describe "la naturaleza de los mensajes que provocaron el incidente y que procedían de una mujer", incluyendo fotos o videos de carácter íntimo.
"Es necesario la obtención de nombre completo y apellidos de esta mujer, de ser posible número telefónico, así como el de Chapman, y el nombre de la compañía [de telefonía] celular que utilizan estos individuos en Estados Unidos, fecha aproximada de los mensajes, todo lo que pueda ser de utilidad", indica la comunicación de la DCI.
El mensaje confidencial agrega que "los canales y medios para la obtención e intercambio de la información deben mantenerse abiertos y chequeados permanentemente".
"Considérese objeto de prioridad", concluye el documento.
La respuesta con datos digitales, intercambios de textos y una foto íntima aparecen añadidas como Anexo 14 al expediente del Programa Recolector, con fecha del 16 de enero de 2016. CiberCuba ha obviado reproducir esta información por respeto a la privacidad de los involucrados.
La firma Magnus Media, que representa a Chapman, no respondió a solicitudes telefónicas y escritas de CiberCuba para comentar sobre el asunto. Magnus Media, con sede en Miami, es propiedad del cantante Marc Anthony y maneja las relaciones públicas del pelotero desde 2015.
"Hay un sinnúmero de posibilidades que los servicios de inteligencia valoran con la información sensible y los 'puntos débiles' de la persona de interés, desde la opción de reclutarlo, difamarlo o manipularlo, hasta usarlo como una figura de peso e influencia a favor del gobierno cubano en el ámbito internacional", manifestó Enrique García, un ex alto oficial de la Dirección General de Inteligencia (DGI) que desertó en Ecuador en 1988 y reside actualmente en Miami.
García piensa que el caso del béisbol de Grandes Ligas, que es seguido por millones de estadounidenses, "es importante para Cuba contar con personas de estas características, que pueden crear estados de opinión e inclinar la balanza a su conveniencia".
Aunque la fiscalía del condado de Broward, Florida, decidió finalmente no radicar cargos contra Chapman por considerar que no existían suficientes evidencias para conseguir un fallo de culpabilidad, pero la investigación de las Grandes Ligas determinó que el lanzador procedió de manera inapropiada y le impuso una suspensión de 30 juegos, a comienzos de 2016.
La política de cero tolerancia a la violencia doméstica, implementada por Grandes Ligas, considera que un castigo no puede depender de una convicción de delito. Chapman admitió que su conducta no fue apropiada y se disculpó por el uso de un arma de fuego en la discusión con su novia, pero negó haberla golpeado.
Las versiones contradictorias en el reporte policial condujeron a cerrar el caso. Barnea declaró que Chapman había tratado de ahorcarla, pero el pelotero dijo que fue empujado al suelo por el hermano de ella. Fue entonces cuando Chapman tomó una pistola y realizó ocho disparos en el garaje de la casa.
Pero este no es el único escollo que ha tenido que sortear Chapman con la justicia estadounidense.
En mayo de 2012, una familia de Miami entabló una demanda civil contra Chapman y su padre, Juan Alberto Chapman Benett, como principales culpables por el arresto, condena y tortura del cubano Danilo Curbelo García, condenado a de 10 años de prisión en Cuba.
La demanda fue presentada en un tribunal federal del sur de Florida y reclamó una compensación de $24 millones de dólares para tres miembros de la familia afectada, representados por el abogado Avelino González.
Un año después, una demanda similar por $12 millones escaló también a un tribunal federal de Miami, pero focalizando las denuncias contra los padres del lanzador, Chapman Benett y María de la Caridad de la Cruz, recién llegados entonces a Estados Unidos.
Ambas acciones legales se basaron en la Ley de Protección a las Víctimas de Tortura, y apuntó a Chapman y sus padres por colaboración con agentes de la Seguridad del Estado y el gobierno de Cuba para fabricar un caso de tráfico humano contra Curbelo García y del ciudadano dominicano Carlos Rafael Mena Perdomo.
En el expediente conformado al pelotero por la contrainteligencia cubana se menciona el papel de Chapman en el procesamiento de casos de tráfico humano, así como su frustrado intento de fuga del país en 2008.
Finalmente, Chapman llegó a un acuerdo con los demandantes y así evitó un juicio fijado en noviembre de 2014. No se revelaron los términos del acuerdo, pero se estima que el lanzador se vio obligado a desembolsar más de $10 millones para cerrar el litigio.
Contactado por CiberCuba, el abogado González declinó referirse al acuerdo alegando un compromiso de privacidad en el caso.
En diciembre de 2017, Chapman regresó por primera vez a Cuba y recorrió su natal municipio de Frank País, en la provincia de Holguín, rodeado de una multitud de admiradores.
De acuerdo con reportes independientes, el zurdo supersónico de los Yankees aterrizó en Holguín en un avión privado, acompañado de sus padres. La prensa oficial obvió la visita, registrada en un video que se divulgó meses después en las redes sociales.
Sergio Comas, quien fue abogado del Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER), opina que los peloteros cubanos insertados en Grandes Ligas han hecho una transición demasiado abrupta entre dos formas de vida totalmente diferentes, y para muchos de ellos quedan todavía muchas ataduras culturales y sentimentales al mundo que dejaron atrás.
"Esto es un factor que la inteligencia cubana valora con fines operativos más que políticos", dijo Comas. "Se abre un expediente con un perfil de la personalidad, apuntando debilidades y motivaciones, y esa información es un valor que se tiene en la mano para el día que se necesite".
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