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Los resultados de la salud en Cuba, que desde la Isla insisten en comparar con países del primer mundo, se deben a "la manipulación de los datos" y a la represión del régimen, según un análisis publicado en el Health Policy and Planning de la Universidad de Oxford.
Las estadísticas cubanas de salud son una paradoja porque "la riqueza y la salud están correlacionadas". "Sin embargo, Cuba sigue siendo desesperadamente pobre y parece estar sana", sostiene el análisis 'La mortalidad infantil y la longevidad cubana: ¿salud o represión?'.
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Entre las técnicas empleadas por Cuba están la reclasificación de muertes neonatales como muertes fetales, los abortos forzados y los efectos no intencionados del racionamiento, destacan los responsables del texto Gilbert Berdine, profesor de medicina y los economistas Vincent Geloso y Benjamin Powell.
Según este estudio, "mientras la proporción de muertes fetales tardías y neonatales tempranas en países con datos disponibles se ubicó entre 1.04 y 3.03", en Cuba registran "un valor atípico" de 6.
"Los médicos cubanos reclasificarían las muertes neonatales como muertes fetales tardías para cumplir con los objetivos del gobierno para la mortalidad infantil" y "evitar sanciones", reseñan estos investigadores.
En el documento se corrige esa posible manipulación, a partir del ratio de muertes fetales/neonatales, y se ubica la mortalidad infantil de Cuba entre 7,45 y 11,16 por 1.000, alrededor del doble de la actual que está en 4, según el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Este y otros estudios sospechan que los médicos cubanos "aconsejan" a las madres cubanas abortar "cuando la ecografía revela anomalías fetales porque de lo contrario podría aumentar la tasa de mortalidad infantil".
Cuba es uno de los países con las tasas de aborto más altas del mundo, con 72.8 abortos por cada 100 nacimientos. "Si solo el 5% de esos abortos son en realidad abortos con la intención de mantener las estadísticas de salud al alza, la esperanza de vida al nacer debe reducirse en una cantidad considerable", apunta.
Un recálculo de la esperanza de vida con este dato de abortos forzosos y la información errónea de muertes fetales tardías, disminuría entre 1,46 y 1,79 años la vida de los hombres cubanos.
"En lugar de ser el primero en el ranking de esperanza de vida al nacer de los hombres en América Latina y el Caribe, Cuba se encontraría en el tercer o cuarto lugar", señala.
Entre "las políticas represivas" en Cuba, más allá de la medicina, están "la propiedad restringuida de automóviles". En la Isla solo hay 5,6 coches por cada 100 cubanos, frente a 26,7 en Latinoamérica o a 91 en EE.UU.
"Las restricciones gubernamentales de propiedad de automóviles mejoran la esperanza de vida en Cuba al reducir los accidentes, pero también obligando a la población a aumentar su dependencia de formas de transporte más exigentes físicamente (por ejemplo, ciclismo y caminar)", especifica.
Además, afirman que el racionamiento de alimentos en el país durante el Período Especial redujo casi a la mitad las tasas de obesidad y "contribuyó a importantes reducciones de muertes atribuidas a la diabetes, enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares".
Los analistas apuntan que países como EE.UU,, donde se revisan las prestaciones médicas, no deberían "aceptar acríticamente el mito de que el sistema de atención médica cubano ha sido la única causa de longevidad anormalmente altas de Cuba".
"Son el resultado de una combinación de la elección del gobierno de asignar más recursos a la industria de la atención de la salud" –11,1% del PIB se dedica a la atención médica, a costa de otras inversiones necesarias–, y del "papel de la opresión económica y política cubana para coaccionar" los datos.
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