En medio de la crisis energética que afecta a Cuba, un cura católico de Santiago de Cuba compartió en redes sociales un método tradicional para conservar alimentos, ofreciendo una alternativa práctica frente a los constantes apagones que complican la vida cotidiana.
El padre Leandro NaunHung, que en reiteradas ocasiones ha compartido valiosas herramientas para mitigar la crisis económica, compartió un video en Facebook en el que muestra cómo emplear la sal para conservar vegetales, como solución ante la falta de refrigeradores y las constantes interrupciones eléctricas en la isla.
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“Olvídense de usar los refrigeradores para conservar los alimentos. Nosotros seguimos adelantados a los tiempos”, apuntó el párroco.
En esta ocasión, el cura contó con la colaboración de dos feligresas, quienes, de manera didáctica, demostraron cómo cubrir berenjenas con sal para evitar su deterioro, destacando que este método prolonga su vida útil por varios días.
El proceso consiste en salar generosamente las berenjenas para expulsar sus líquidos internos y garantizar su conservación. Luego, se colocan en pomos de cristal cubiertos con tela y se voltean para facilitar el drenaje.
Sin embargo, no todo es sencillo: el exceso de sal puede hacer que el alimento sea difícil de consumir.
En el video, entre bromas y experimentos, el cura y sus compañeras intentan desalar las berenjenas con agua tibia, reconociendo que este paso requiere paciencia y ajustes.
“Sabemos salar para conservar, pero no sabemos desalar para comer”, reflexionan mientras comprueban que esta es la mejor forma de retirar la sal.
En medio de la demostración, se hace evidente la precariedad de la vida cotidiana en Cuba: “Aprovechemos que tenemos la electricidad antes de que nos la quiten”, comentaron, reflejando los desafíos diarios que enfrenta la población debido a los apagones frecuentes.
Finalmente, tras varios intentos, utilizan las berenjenas como complemento para unas costillitas, demostrando que, a pesar de las limitaciones, es posible adaptarse y encontrar soluciones creativas para afrontar la escasez.
El video, como muchos otros compartidos por el sacerdote NaunHung, es un testimonio de ingenio y resiliencia en tiempos de dificultades.
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