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La compañía de cruceros Carnival, con sede en Miami, anunció que pondrá a disposición “de los gobiernos” los barcos de cuatro de sus marcas, para que sean utilizados como hospitales durante la crisis del coronavirus.
Los cruceros de Carnival acogerían a pacientes no diagnosticados con la enfermedad, una medida que aliviaría la falta de camas en centros hospitalarios debido a la pandemia.
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A comienzos de esta semana, el presidente Donald Trump dio indicios de la oferta de la multinacional, al revelar en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que había hablado con Micky Arison, presidente de Carnival Cruise Lines y dueño del equipo Miami Heat de la Liga Profesional de Baloncesto (NBA).
La empresa, que posee nueve líneas de crucero y 105 barcos, dijo que algunos buques de Carnival Cruise Line, Holland America, Princess Cruises y P&O Cruises Australia, estarían disponibles para esa función.
En un comunicado de prensa, la firma explicó que las embarcaciones pueden brindar hasta 1.000 habitaciones y pueden surtirse rápidamente con equipo médico, incluidas unidades de cuidados intensivos.
“Estas habitaciones temporales de hospital de cruceros se pueden convertir rápidamente para instalar y conectar dispositivos remotos de monitoreo de pacientes a través de la red de alta velocidad del barco, proporcionando capacidades de monitoreo cardíaco, respiratorio, saturación de oxígeno y video”, detalló la información.
“Las habitaciones también tienen baño, balcones privados con acceso al sol y aire fresco, así como capacidades de aislamiento, según sea necesario”, añadió.
Los cruceros tienen capacidad para instalar hasta siete unidades de cuidados intensivos porque están dotados de sus propios centros médicos que poseen aparatos de monitoreo cardíaco, ventiladores y otros equipos para emergencias. Podrían operar de manera similar a un hospital “normal”, con áreas separadas para varias funciones en diferentes pisos.
La naviera intenta ayudar a disminuir la “presión sobre los hospitales terrestres y liberar la capacidad para atender casos de COVID-19”.
Como parte de la oferta, “se pedirá a las partes interesadas que cubran solo los costos esenciales de las operaciones del barco mientras estén en el puerto”.
Todos los barcos que Carnival destine a estas funciones estarían situados en puertos cercanos a la comunidad necesitada y serían operados por la tripulación del barco con todas las operaciones marítimas, así como los servicios de comidas, bebidas y limpieza.
Los servicios médicos serían proporcionados por la entidad gubernamental u hospital responsable de combatir el coronavirus en dicha comunidad.
Las compañías de cruceros están entre las primeras afectadas por la llegada del coronavirus. A las restricciones de gobiernos a que sus barcos atraquen se suma los contagios ocurridos en varias de sus embarcaciones.
El pasado sábado 14 de marzo, ante el incremento de casos de coronavirus en todo el mundo, Carnival al igual que Royal Caribbean y Norwegian, todas con sede en Florida, anunciaron que cancelaban sus viajes y no los reanudarían hasta abril.
Las empresas informaron que estaban en contacto con sus pasajeros y tripulantes para tratar de minimizar al mínimo los problemas derivados de la interrupción de las travesías.
Días antes, el Departamento de Estado de Estados Unidos había pedido a los estadounidenses, en particular a los viajeros con afecciones médicas, que no debían embarcarse en cruceros en la próxima etapa, luego de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), señalaran que en ese entorno hay mayor riesgo de infección de coronavirus.
Ya entonces el gobierno norteamericano había tenido que evacuar a algunos pasajeros de cruceros diagnosticados con el COVID-19.
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