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Un 42% de los cubanos presentan problemas de obesidad, y de esa franja poblacional, el 13% son niños, según refirió la Dra. Lilian Valdivia García, jefa del grupo de apoyo nutricional del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso de La Habana, a la Agencia Cubana de Noticias.
De acuerdo a la fuente, esa condición expone a los niños a severos riesgos de salud, que pueden incidir en su desarrollo psicológico, físico y social. En un folleto titulado “Manejo práctico del sobrepeso y la obesidad en niños y niñas”, el Ministerio de Salud Pública alerta del aumento progresivo del índice de sobrepeso en los menores y de la dificultad para hacer remitir ese padecimiento.
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Sin mencionar las dificultades que enfrenta la familia cubana para poner en la mesa no ya alimentos sanos, sino simplemente alimentos, el medio señala que “aun cuando los cubanos son personas en su inmensa mayoría con un nivel escolar y de preparación bastante alto (…), muchas familias no comprenden todavía los daños que puede traer para los pequeños de casa el aumento excesivo de peso”.
Entre los riesgos que implica la obesidad en los pequeños, se incluye el de la hipertensión arterial, y la aparición de diabetes mellitus tipo 2, que puede derivar en afectaciones severas en el funcionamiento renal.
Además de los factores genéticos que predisponen a la obesidad, la fuente señala factores ambientales, como el consumo de alimentos altos en calorías –la denominada “comida chatarra”- y el sedentarismo, ahora más agudizado por la tendencia a privilegiar los videojuegos por sobre la actividad física y el juego al aire libre.
“Más allá del manejo de terminología médica adecuada para hacer referencia al tema, lo cierto es que la principal barrera a vencer en pleno siglo XXI en Cuba, es el desconocimiento o inadmisión de que la obesidad constituye una enfermedad”, señala el texto de la ACN.
Cuba está entre los países de América Latina donde más ha aumentado la obesidad, según dio a conocer en mayo pasado un estudio realizado por el Imperial College de Londres, que mostró que la población mundial ha engordado -de media- entre 5 y 6 kilos por persona.
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