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Colt, fabricante del rifle AR-15, el que más se ha utilizado en tiroteos masivos en Estados Unidos, ha anunciado que abandona su producción debido al decrecimiento de la demanda de armas semiautomáticas de alta potencia.
En un comunicado, la compañía precisó que el mercado de rifles “ha experimentado un exceso significativo de capacidad de fabricación” y la oferta de los AR-15 en el mercado es tan grande que no se justifica continuar produciéndolos.
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No obstante, la firma recalcó que su negocio marcha bien, gracias a numerosos contratos militares y policiales. Seguirá fabricando otras armas como pistolas y revólveres, y expandiendo su red de distribuidores.
El AR-15 es un arma de fuego semiautomática “rápida, potente, personalizable, adaptable, confiable y precisa, capaz de dar a un blanco a 550 metros y con potencia para vaciar su cargador de 30 balas en menos de un minuto”, de acuerdo a la definición de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
Pese a que el grupo lo describe como “perfecto para defender el hogar”, en los últimos años fue empleado por los tiradores en masacres como la del concierto de música country en Las Vegas, en 2017, que dejó 59 víctimas; la ocurrida en una planta manufacturera de Aurora, Illinois, donde murieron cinco personas en febrero de 2019, y la que tuvo lugar en un centro nocturno en Dayton, Ohio, que terminó con la vida de al menos 9 civiles el pasado 4 de agosto.
También fue el arma escogida por Nikolas Cruz el 14 de febrero de 2018, cuando asesinó a 17 personas, entre estudiantes y profesores, en su instituto Stoneman Douglas de Parkland, Florida.
La decisión de Colt se da conocer justo el día en que dos tiroteos en Washington D.C dejaron un muerto y ocho heridos. Otras compañías como Palmetto State Armory y Smith and Wesson también fabrican armas de estilo AR-15.
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