LAS VEGAS, EEUU (Reuters) - Un hombre de 64 años armado con varias ametralladoras descargó una lluvia de balas sobre un festival de música country el domingo en Las Vegas, matando al menos a 59 personas antes de suicidarse, en el que ha sido el tiroteo más mortal en la historia moderna de Estados Unidos.
La balacera desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay sobre una multitud de 22.000 personas duró varios minutos y causó pánico entre el público.
Más de 525 personas resultaron heridas, algunas por los disparos y otras pisoteadas en el pandemonio cerca de Las Vegas Strip, la avenida más famosa de la ciudad, cuando la policía trataba de encontrar al atacante.
Las autoridades identificaron al agresor como Stephen Paddock, quien vivía en una comunidad para jubilados en Mesquite, Nevada, pero no tenían claridad sobre el motivo del ataque. Agregaron que creen que actuó solo.
El grupo militante Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del atentado, pero funcionarios estadounidenses dijeron que no había evidencia.
La cifra de muertos preliminar convierte al ataque en el tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos, eclipsando la masacre del año pasado en un club nocturno de Orlando donde perdieron la vida 49 personas.
La policía dijo que no había información sobre los motivos de Paddock, quien no tenía antecedentes criminales. El atacante se suicidó en la habitación desde donde disparaba antes de que entrara la policía, dijo a periodistas el alguacil del Condado de Clark Joseph Lombardo. "No tenemos idea de cuáles eran sus creencias", destacó.
Funcionarios federales dijeron que no hay evidencia de que Paddock tuviera vínculos con grupos militantes y descontaban el comunicado de Estado Islámico, que se atribuyó el ataque.
"Recomendamos cautela y no saltar a conclusiones antes de que estén todos los hechos", dijo en un correo electrónico el portavoz de la CIA, Jonathan Liu.
VARIAS AMETRALLADORAS
Lombardo dijo que había 16 armas en la habitación de hotel donde Paddock se suicidó y a la que había entrado el jueves. El arsenal incluía varias ametralladoras.
La policía encontró al menos otras 18 armas cuando registraron la casa de Paddock en Mesquite, que está a unos 145 kilómetros al noreste de Las Vegas, dijo a la prensa el portavoz de la policía de Mesquite, Quinn Averett.
La ley en Estados Unidos prohíbe en general las ametralladoras. El tiroteo provocó un nuevo clamor de algunos legisladores contra la omnipresencia de las armas, pero es poco probable que muevan al Congreso a tomar medidas.
El estado de Nevada tiene algunas de las leyes de armas más permisivas del país: no se requiere que los dueños obtengan licencias o las registren.
La líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió el lunes al presidente de la asamblea, Paul Ryan, que cree un panel sobre violencia armada. "El Congreso tiene el deber moral de abordar esta horrible y desgarradora epidemia", escribió Pelosi.
La segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos protege el derecho a llevar armas. El presidente Donald Trump, un republicano, ha hablado abiertamente a favor de esa disposición.
La Casa Blanca dijo el lunes que era demasiado pronto para considerar nuevas políticas de control de armas.
El mandatario, quien viajará el miércoles al lugar de la tragedia, dijo en un acto en la Casa Blanca que lo ocurrido "fue un acto de pura maldad". "Asesinó brutalmente a más de 50 personas", destacó.
"SIMPLEMENTE NO PARABA"
Videos grabados durante el ataque mostraban a personas en pánico mientras huían del fuego sostenido que caía sobre el área.
"Sonaba como fuegos artificiales. La gente simplemente se tiraba al suelo. Simplemente no paraba", dijo Steve Smith, un visitante de 45 años de Phoenix, Arizona, quien había viajado a Las Vegas para asistir al concierto. Añadió que el tiroteo se extendió por un tiempo considerable.
"Probablemente hubo hasta 100 tiros por vez. Sonaba como si estuviera recargando para empezar de nuevo", dijo Smith. "Muchas personas recibieron los disparos cuando intentaban escapar", agregó.
La masacre recordó el tiroteo masivo ocurrido en noviembre del 2015 en un concierto en París, donde murieron 89 personas, parte de una serie de atentados coordinados de militantes islamistas que dejó 130 muertos.
Trump ordenó que las banderas ondearan a media asta en un gesto nacional de duelo.
(Escrito por Alison Williams. Editado en español por Carlos Aliaga y Marion Giraldo)
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