El artista independiente Yulier Rodríguez, que firma sus obras con el nombre de Yulier P., expone a partir de este sábado en una de las galerías de la Fábrica de Arte Cubano (FAC), según una información de Cubanet.
La muestra personal, titulada ‘Estoy en zona’, inaugura un espacio que estará dedicado al arte urbano dentro del popular centro cultural.
Según declaraciones del joven grafitero, la exposición reúne 10 obras que comprenden intervenciones en la pared, instalaciones, pequeñas esculturas, murales y fragmentos de su anterior serie, Regalos, que estaba compuesta por trozos de escombros dibujados con los rostros serios o tristes que él suele crear.
“Este es mi retorno de manera visible, con el mismo discurso, la misma intención y una propuesta más comprometida”, afirmó al citado medio.
Acerca de la coacción que ha sufrido por las autoridades cubanas, señaló que en esta nueva etapa su mensaje es el del artista herido por la censura, que intenta convertirse en inquisidor por el daño que le han hecho a su obra.
“No puedo saber si eso va a suceder de nuevo mañana, dentro de una semana, en un mes, o no va a pasar más. Lo mejor sería que no pasara nada, porque el interés que tengo es que la gente vaya allí y vea la obra y se comunique con ella; esa es la intención. Si la censuran o la clausuran sería una pena y habría que actuar de otra forma”, subrayó.
En julio Yulier P dibujó un par de grafitis en dos escombros para mostrar su opinión acerca de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Ambos diseños, que mostraban unas figuras grotescas de aspecto apesadumbrado junto al nombre de la institución, fueron ubicados, uno frente a la puerta del Museo Nacional de Bellas Artes, y el otro en el parque de El Curita, en el municipio Centro Habana.
De esa forma continuó su práctica iniciada en 2018, de pintar sobre los escombros que se acumulan en las calles de la capital, una forma de tener “un espacio alternativo, de resistencia”, donde poder seguir expresando lo que piensa.
Esa fue su respuesta a las amenazas que recibió por parte de las autoridades, quienes le prohibieron pintar sobre la fachada de los edificios ruinosos de la ciudad, y le advirtieron que de no borrar su sus murales sería procesado por la fiscalía por “maltrato a la propiedad”.
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